12 empresas que estuvieron a punto de desaparecer por malas decisiones

RadioShack era una de las principales cadenas de electrónica de Estados Unidos. Su TRS-80 fue uno de los primeros ordenadores personales producidos en masa y vendió más que Apple. El aumento de la competencia hizo que más tarde se centrara en los teléfonos móviles, en principio con gran éxito. Sin embargo, después empezaron los problemas. La empresa no supo centrar su negocio y tuvo hasta seis directores ejecutivos diferentes en 10 años. Comenzaron a cerrar locales y los que quedaban estaban unos cerca de otros, perdiendo así rentabilidad. Se declaró en quiebra en 2015 y 2017 y en 2020 fue adquirida por Retail Ecommerce Ventures. (Foto: Spencer Platt / Getty Images).

Red Lobster, la cadena estadounidense de comida rápida especializada en marisco, estuvo a punto de quebrar en 2003 debido a que sacó una promoción en la que por 23 dólares (unos 20 euros) el cliente podía comer todo el cangrejo de las nieves que quisiera. Justo entonces el precio de este crustáceo subió en Estados Unidos y la oferta no le salió nada rentable a la compañía, que, según ‘The New York Times’, llegó a perder en una sola sesión 405,9 millones de dólares (362,6 millones de euros) en acciones. (Foto: Getty Images).

Blackberry llegó a controlar el 50 % del mercado de teléfonos inteligentes en Estados Unidos y el 20% a nivel mundial, pero su insistencia en seguir comercializando dispositivos con teclado cuando los consumidores preferían las pantallas táctiles acabó siendo su tumba. Ahora ya no fabrica móviles propios y acabó vendiendo sus derechos a la empresa china TCL. (Foto: Dado Ruvic / Reuters).

Gerald Ratner comenzó a trabajar en la joyería de su padre y después levantó un negocio valorado en más de 1.000 millones de dólares, Ratners Group. Un imperio que estuvo a punto de hacer caer en 1991 cuando pronunció un discurso insólito en la conferencia anual del Institute of Directors. “Ratners no representa la prosperidad, y ahora que lo pienso, tiene muy poco que ver con la calidad también. La gente me dice: ‘¿Cómo puedes vender esto por un precio tan bajo?’ Yo le digo: ‘Porque es una basura total”, dijo. En solo un año las acciones de la compañía bajaron un 80% y Ratner tuvo que renunciar a la presidencia y posteriormente fue despedido como director ejecutivo. En 1993 la empresa cambió su nombre a Signet Group y actualmente es el minorista de diamantes más grande del mundo. (Foto: Corbis / Getty Images).

Blockbuster llegó a tener más de 9.000 tiendas en el mundo y empleó aproximadamente a 58.500 personas en Estados Unidos, pero ahora no queda ningún establecimiento. La historia podría haber sido diferente si hubiera aceptado comprar Netflix por 50 millones de dólares, pero rechazaron la oferta. La guerra de precios de los DVD y los servicios de vídeo bajo demanda provocaron que la empresa se declarara en quiebra en 2010. (Foto: Getty Images).

MoviePass era una compañía que después se convirtió en aplicación de móvil que permitía a cada suscriptor canjear tres entradas para el cine por una tarifa mensual. Los responsables de la empresa no hicieron bien los números y cada vez que uno de sus clientes iba dos veces al cine perdía dinero. En 2020 se declaró en bancarrota. (Foto: Getty Images).

WeWork es una empresa inmobiliaria estadounidense que proporciona espacios de trabajo compartidos. Fue fundada en 2010 por Adam Neumann y Miguel McKelvey y llegó a tener un valor de 47.000 millones de dólares, pero en 2019 presentó documentos para oferta pública inicial y comenzó el desastre. Algunos acusaron a la empresa de ser una estafa piramidal y cuestionaron las prácticas de Neumann, que acabó siendo despedido por su mala gestión y sus continuos excesos. (Foto: Getty Images).

En un intento de relanzar sus ventas, la división británica de la marca de aspiradoras Hoover lanzó una promoción por la que regalaban vuelos a Europa y Estados Unidos. Sin embargo, los clientes tenían que rellenar varios formularios y cumplir un sinfín de trámites, por lo que la compañía pensaba que no iban a estar dispuestos a pasar por tantos aros. Se equivocaron y la gente se volvió loca intentando conseguir esos viajes gratis. Hoover comenzó culpando a las aerolíneas y acabó después despidiendo a buena parte de su directiva. Perdió más de 25 millones de dólares en ventas antes de ser vendida y entrar en desgracia. (Foto: Getty Images).

Circuit City fue una de las principales multinacionales del sector de la electrónica, pero en 2007 despidió a sus trabajadores con más experiencia y subcontrató algunos de sus departamentos para ahorrar costes. Dos años después se declaró en bancarrota y fue comprada por Systemax Inc. (Foto: Lisa Von Ahn / Reuters).

En 2012 la cadena de grandes almacenes estadounidense JCPenney anunció que cambiaría su política de precios. Antes eran muy elevados y trataba de captar clientes a través de descuentos, ofertas o promociones, pero a partir de entonces sus productos serían un 40% más baratos. Sin embargo, la medida no gustó a los consumidores y en solo un trimestre la compañía perdió 163 millones de dólares (unos 145 millones de euros). (Foto: Getty Images).

Xerox llegó a tener un Centro de Investigación en Palo Alto (California) en el que se inventaron el ordenador portátil, la impresora láser, Ethernet y muchos otros grandes avances tecnológicos. Sin embargo, en los 90 los responsables de la empresa decidieron centrarse únicamente en las fotocopiadoras y, por ese motivo, en 2001 estuvo al borde de la quiebra. Acabó recuperándose y ahora es el proveedor más grande del mundo de fotocopiadoras de tóner. (Foto: Tolga Akmen / AFP / Getty Images).