Rajoy quiere cargarse a Barberá, pero no se atreve

Repasando la rueda de prensa que Rita Barberá dio la pasada semana se observa que no está, en absoluto, agobiada por la situación jurídica en la que se encuentra. Y eso que el juez de instrucción número 18 de Valencia ha dirigido un escrito al Senado en el que pide que acredite la condición de senadora de Rita Barberá para determinar si es competente para investigarla, es decir imputarla, o no. La exalcaldesa de Valencia apareció ante la prensa pisando fuerte. Vestida de rojo, y con las mismas perlas que ha sacado a pasear en los tiempos buenos del PP en Valencia, como en la foto que encabeza este post. Como si el rastro delictivo del blanqueo de dinero en el grupo municipal popular en el Ayuntamiento para financiar la campaña electoral de las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo de 2015 no fuera con ella.

Al contrario. Barberá se siente legitimada no sólo para seguir su carrera política como senadora -“No voy a dimitir ni pienso hacerlo, sentenció- sino que incluso atacó a quienes dudan de ella.

De hecho su discurso fue diferente dependiendo de a quién iba dirigido.

- Tuvo palabras de agradecimiento para Mariano Rajoy -presidente del Gobierno en funciones-, Dolores de Cospedal -secretaria general del partido- y, entre otros, el ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, bajo cuya tutela se encuentra, aunque sea en funciones, la Fiscalía General del Estado. Que es quien debe dar el visto bueno para presentar una querella ante el Tribunal Supremo.

- Pero también tuvo algún que otro tirón de orejas para el portavoz del PP, Pablo Casado, quien le ha pedido que reflexione si "aporta algo” al partido al que pertenece y “que cada uno haga un ejercicio de reflexión”; y para la vicesecretaria de Estudios y Programas, Andrea Levy, quien sentenció: “Si estuviera en la situación de Rita Barberá, daría un paso atrás”.

Al primero, Barberá no quiso nombrarlo en su respuesta y señaló: “Aporto experiencia y sosiego”. Y a la segunda, la exalcaldesa de la capital del Turia le reprochó que “en algunos casos por juventud y en otros por otras razones, he encontrado a algunos compañeros precipitados”, añadió.

Lo que hace falta saber es qué es lo que permite a Barberá actuar así con la que está cayendo. ¿Acaso no envió ciertos sms para amenazar con tirar de la manta? Y por extensión, qué conoce para que Mariano Rajoy esté actuando de poli bueno mientras que manda a los ‘novatos’ Casado y Levy -y también Maroto- a hacer de polis malos. Porque Rajoy no sólo no ha movido un dedo por apartar a Rita Barberá, sino que la blindó a conciencia como demuestra que la valenciana fue colocada a dedo en la Diputación Permanente del Senado. Un órgano que le permite seguir aforada aún en el caso de que se convoquen nuevas elecciones y se disuelvan las Cámaras. Algo se está cociendo por detrás de las cámaras. Pronto sabremos más.