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La mujer que intentó asesinar a Martin Luther King con un abrecartas

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Sesenta años han pasado desde que en 1955 Rosa Parks se hiciera mundialmente famosa tras protagonizar un incidente en un autobús público de Montgomery al no querer ceder su asiento a una persona blanca. Un acto que sirvió de trampolín para que el reverendo Martin Luther King se convirtiera en el líder del ‘movimiento por los derechos civiles’, pronunciase en 1963 su famoso discurso conocido como ‘I Have a Dream’ (Tengo un sueño), le concedieran el Premio Nobel de la Paz un año después y luchase incansablemente por los derechos de las personas afroamericanas hasta el 4 de abril de 1968, día en que fue asesinado en el Motel Lorraine de Memphis.

[Relacionado: El acto que hizo cambiar las cosas en los derechos civiles de las personas negras]

Pero entre las muchísimas cosas que vivió y protagonizó Luther King a lo largo de esos casi trece años hay un suceso que tuvo lugar el 20 de septiembre de 1958 (diez años antes de ser asesinado), y que pasó prácticamente desapercibido al haber pasado cuando tenía 29 años de edad y aún era prácticamente un desconocido para la mayoría de estadounidenses.

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Tuvo lugar en los grandes almacenes Blumstein de Harlem (Nueva York) durante la presentación del primer libro de Martin Luther King ‘Stride toward Freedom: the Montgomery story’, en el que explicaba cómo se llevó a cabo y se planificaron los históricos acontecimientos en el autobús de Montgomery tres años antes.

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Mientras estaba firmando ejemplares se le acercó una mujer de 42 años de edad, llamada Izola Ware Curry, que sacó un abrecartas de acero de su bolso y se lo clavó al reverendo King en el pecho, ocasionándole también algunas heridas en la mano tras intentar defenderse.

No se trataba de una persona que defendiera el segregacionismo debido a que era afroamericana, sino que había decidido acabar con la vida del líder de los derechos de las personas negras porque estaba convencida de que él y otros miembros de la ‘Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color’ eran los responsable de que no pudiera encontrar un empleo.

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Izola padecía una esquizofrenia paranoica que la había llevado a ir perdiendo continuamente todos los trabajos que conseguía (habitualmente en el servicio doméstico, de limpieza o en hostelería). No era consciente de que debido a su enfermedad y continuos cambios de humor la habían llevado a ser reiteradamente despedida y creía que su precaria situación laboral era consecuencia de la defensa que se hacía de las personas de color y la exigencia de mejoras laborales y salariales que defendía Luther King y la negativa de las empresas a contratar personas negras por tal motivo.

[Relacionado: Cuando el FBI ordenó destruir a Martin Luther King]

Pero es que sus paranoias respecto a Luther King iban mucho más allá y tras ser detenida confesó a la policía que estaba en el convencimiento de que el reverendo la seguía con la intención de asesinarla, motivo por el cual ella prefirió adelantarse e intentar matarlo a él. Entre la ropa interior de Izola los agentes encontraron escondida también una pistola.

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Afortunadamente el líder del movimiento por los derechos civiles no falleció y pudo continuar con su labor a lo largo de una, muy decisiva, década más. Según los informes de los médicos que lo atendieron la cuchillada en el pecho pasó muy cerca de la aorta (a escasos milímetros), por lo que un simple estornudo hubiese ocasionado un desenlace fatal.

Paradojas de la vida, diez años después, el mismo día que fue asesinado en Menphis, Martin Luther King había recordado ese incidente en un discurso que ofreció e incluso comentó la suerte que había tenido de no haber estornudado. Pocas horas después James Earl Ray disparó contra él, acabando con su vida.

Por su parte, Izola Ware Curry fue recluida en el hospital Matteawan State para criminales con algún tipo de trastorno mental en el que pasó 14 años encerrada, de allí la trasladaron al Psychiatric Center de Manhattan donde estuvo un año, tras el cual quedó en libertad y se retiró a vivir a una vivienda bajo control del Estado y los últimos años de su vida los pasó en una residencia de ancianos en Jamaica. Falleció a la edad de 98 años el pasado 7 de marzo de 2015.

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Fuentes de consulta e imágenes: thesmokinggun / dailymail / lisawallerrogers

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