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¿Hay riesgo de atentado en Madrid por la final de Copa?

La noticia pasó un poco desapercibida al conocerse en pleno fin de semana, casi en la noche del sábado al domingo, pero el ministerio del Interior ha tomado buena nota. El pasado 13 de febrero la Policía Nacional detuvo en la frontera de La Junquera (Gerona) entre España y Francia a un turismo francés en el que fueron intervenidas varias armas.

La versión oficial habla de un detenido sin aparente vinculación con organizaciones terroristas, pero España está más cerca de elevar el nivel de alerta al 5 a rebajarlo al 3. Y eso implica, más policías en las calles, unos agentes más armados y, especial vigilancia en infraestructuras críticas como estaciones, aeropuertos, espectáculos con gran afluencia de público, centrales nucleares, eléctricas, químicas o plantas de distribución de agua. Tan sólo quedaría, por encima, el nivel 5 que directamente implicaría la presencia del Ejército en las calles y su participación directa en labores de vigilancia.

Y, precisamente, uno de estos puntos críticos es el que más quebraderos de cabeza está dando a las Fuerzas de Seguridad del Estado: los espectáculos con gran afluencia de público. La acumulación de eventos que podrían darse en la capital el próximo 21 de mayo -entre los que destaca el concierto de Bruce Springsteen- desaconseja que la final de la Copa del Rey de fútbol -aún sin determinar- se celebre en el estadio Vicente Calderón.

En el ministerio del Interior se tiene muy en mente que la coincidencia de grandes eventos suele ser un reclamo para el terrorismo islámico. Así ocurrió en la trágica noche del 13 de noviembre cuando fueron asesinadas 137 personas y otras 415 resultaron heridas por varios ataques suicidas. Aquella noche en París se celebró el concierto del grupo estadounidense Eagles of Death Metal y un partido amistoso entre las selecciones de fútbol de Francia y Alemania.

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Por eso desde la Policía Nacional se ha desaconsejado que la final de Copa del Rey se celebre en Madrid. Porque, de coincidir, los agentes tendrían que dividirse en dos operativos diferenciados. Viendo los últimos precedentes, para poder acordonar ambos recintos, realizar registros y cachear a los asistentes se precisan dos contingentes de, al menos, 1.100 efectivos cada uno. Por no decir más ya que en el Real Madrid- F.C Barcelona que se jugó en noviembre se desplegaron más de 2.400 agentes en las inmediaciones del coliseo blanco.

La Policía se agarra a otros precedentes para solicitar el cambio de sede para la Copa, como es el caso de la Champions League, un evento deportivo para el que la UEFA siempre evita hacer coincidir el mismo día un partido en el Bernabéu y otro en el Calderón. La concentración de agentes en Madrid diezmaría la cobertura en otras ciudades porque se requeriría el desplazamiento de unidades de otras demarcaciones. En este caso, los afectados serían los propios agentes ya que, en situaciones similares, la Dirección General de la Policía ha prohibido a los funcionarios que se cojan los días libres a los que tienen derecho en estas fechas. Ni siquiera para compensar servicios anteriores extraordinarios ni para disfrutar de días de asuntos propios, a no ser que estén plenamente justificados.