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Cuando Facebook te pide que felicites el cumpleaños a tu amigo muerto.

Casi cada día Facebook me recuerda el cumpleaños de algún amigo. Hoy le ha tocado a Jorge. Felcita a Jorge. Es el cumpleaños de Jorge. Escribe en el muro de Jorge. Y así todo el día.

Pero Jorge está muerto. Murió hace tres meses de una enfermedad que él llevaba como podía pero que se agravó de repente. Facebook nos sirvió entonces para estar todos juntos y llorar su adiós. Muy pocos de sus amigos pudieron ir a México a despedirse de él. El resto, utilizamos la red social para recordar los buenos momentos que vivimos con él. Sé que a su familia esos mensajes les sirvieron de consuelo, y que a través de ellos descubrieron muchas anécdotas de su hijo que no conocían. Jorge tenía amigos, literalmente, en todo el mundo. Era cámara de Televisa y había recorrido medio planeta contando historias. En cada lugar en el que estuvo, el pinche cabrón dejó un grupo compacto de fieles amigos.

Hoy Facebook me recuerda que le felicite su cumpleaños. Y, bueno, sólo han pasado tres meses, así que el muro de Jorge vuelve a ser un lugar de encuentro para seguir recordándolo. Estoy segura que su familia nos sigue leyendo.

Pero, ¿qué pasará el año que viene? ¿Y al siguiente? ¿Y dentro de diez? Seguirá Facebook -si es que existe para entonces- mandándonos recordatorios de su cumpleaños? Imaginad un día en el que nos lleguen más avisos de muertos que de vivos.