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La ciencia demuestra que cuantos más pájaros vemos, más felices somos

Ducks swim on an algae covered section of the River Soar in Leicester, Britain September 27, 2018. REUTERS/Darren Staples      TPX IMAGES OF THE DAY
REUTERS/Darren Staples TPX IMAGES OF THE DAY

Los pájaros nos hacen felices. O esa al menos es la conclusión de un estudio científico recientemente publicado, llevado a cabo por investigadores del Centro para la Investigación Integrada de la Biodiversidad de Alemania, basado en encuestas realizadas a 26,000 ciudadanos de 26 países europeos.

Aunque, en realidad, no son los pájaros lo que nos hace felices a los humanos. Lo que han encontrado los investigadores es una correlación muy fuerte entre la biodiversidad de aves y la sensación de bienestar de los seres humanos.

¿Por qué las aves en concreto? La respuesta es sencilla: son relativamente fáciles de ver, o por lo menos de escuchar. Incluso en entornos urbanos, los humanos somos capaces de percibir a estos animales cuando estamos junto a ellos. Y aunque no se sea un experto ornitólogo, diferenciar dónde hay más o menos biodiversidad es sencillo.

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Y, aunque sea de manera subconsciente, entendemos que si hay mayor biodiversidad de pájaros, también la hay de todo lo demás. Pero los pájaros son más fáciles de ver, y para mucha gente, más bonitos que los insectos, por poner sólo un ejemplo.

Claro, que hay una crítica que se le podría hacer a un estudio de este tipo. Y es una muy clara: es normal que haya una relación entre ver más pájaros y sentirse más feliz: las mayores biodiversidades de aves se suelen dar en entornos rurales, o al menos poco poblados, cerca de espacios naturales… todos ellos factores que influyen, y mucho, en el bienestar humano. O al menos en la sensación de bienestar.

Pero es que en el artículo se pone incluso un precio: vivir en entornos que tienen 14 especies más de aves supone el mismo incremento de felicidad que tener un sueldo un 10% superior – la cifra que dan los investigadores es que 14 especies equivalen a 124€ más al mes, contando con un sueldo base de 1.237 € al mes.

Vamos, que la conservación de la naturaleza y la protección de la biodiversidad es una auténtica inversión. Literalmente, tener mayor biodiversidad alrededor nos hace sentirnos como si ganásemos más dinero.

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