Anuncio
Mercados españoles cerrados
  • IBEX 35

    11.154,60
    +170,90 (+1,56%)
     
  • Euro Stoxx 50

    5.006,85
    +67,84 (+1,37%)
     
  • Dólar/Euro

    1,0699
    -0,0034 (-0,32%)
     
  • Petróleo Brent

    89,36
    +0,35 (+0,39%)
     
  • Oro

    2.349,60
    +7,10 (+0,30%)
     
  • Bitcoin EUR

    59.673,61
    -784,79 (-1,30%)
     
  • CMC Crypto 200

    1.329,45
    -67,08 (-4,80%)
     
  • DAX

    18.161,01
    +243,73 (+1,36%)
     
  • FTSE 100

    8.139,83
    +60,97 (+0,75%)
     
  • S&P 500

    5.099,96
    +51,54 (+1,02%)
     
  • Dow Jones

    38.239,66
    +153,86 (+0,40%)
     
  • Nasdaq

    15.927,90
    +316,14 (+2,03%)
     
  • Petróleo WTI

    83,66
    +0,09 (+0,11%)
     
  • EUR/GBP

    0,8558
    -0,0015 (-0,18%)
     
  • Plata

    27,23
    -0,13 (-0,47%)
     
  • NIKKEI 225

    37.934,76
    +306,28 (+0,81%)
     

Por qué emprender es cada vez más difícil en España

Varapalo del Tribunal Supremo a empresarios y emprendedores que no consiguen sacar adelante su negocio y deciden echar el cierre. El Supremo ha sentenciado que una compañía disuelta y liquidada puede ser parte en un proceso de reclamación, si tiene deudas pendientes. Nada que ver con el modelo anglosajón, donde los emprendedores vuelven a intentarlo sin complejos, y un lastre más para los aventureros que se afanan en abrir horizontes.

El asunto es si una compañía sin actividad y extinguida a todos los efectos sigue teniendo personalidad jurídica y, por tanto, puede ser demandada o no, ya que en los últimos años hemos visto sentencias variopintas. El Tribunal Supremo (TS) ha sentenciado que una compañía disuelta y ya liquidada sigue teniendo personalidad jurídica y, por tanto, se le pueden reclamar deudas pendientes. Esta sentencia pone fin a una serie de fallos contradictorios sobre este asunto en sentencias de los últimos años.

La sentencia del Supremo conocida esta semana aporta claridad al debate al reconocer que una empresa conserva la personalidad jurídica para reclamaciones de deudas que deberían haber formado parte de la liquidación, aunque esté ya extinguida y sus asientos contables estén cancelados.

El origen de esta sentencia está en la demanda de una particular que denunció a una constructora en 2005 por venderle un edificio con el pavimento en mal estado. Cuando en 2011 salió la sentencia, que obligaba a la empresa a indemnizarle en más de 48.000 euros, ésta había desaparecido. El Supremo condena ahora a la promotora y sus liquidadores al pago.

ANUNCIO

Doce años han transcurrido desde la primera denuncia de la compradora hasta que el Supremo ha dictado su veredicto. Doce años en los que la economía y el sector inmobiliario en particular han pasado del cohete a las desgracias de la crisis.

[También de interés: Los españoles pagan miles de millones por rescatar bancos mientras Reino Unidos y EEUU ganan dinero]

Emprendedor
Emprendedor. Foto de Thinkstock

Separemos por casos y sectores. En el mundo inmobiliario se han cometido atrocidades, se ha especulado sin medida y se han movido cantidades astronómicas, como si la burbuja pudiera llegar al infinito. Si dejamos que el negocio creciera sin límites, habrá que ser igualmente generosos con las responsabilidades.

Otra cosa es que la sentencia del Supremo se extienda a todas las actividades y estigmatice aún más a los empresarios y emprendedores que, por una u otra razón, tengan que volver a empezar desde cero.

En la cultura anglosajona y en buena parte de Europa el camino para poner en marcha una empresa está allanado y eso permite poner en marcha su negocio con cuatro trámites sencillos y online, mientras aquí nos perdemos en vericuetos tormentosos antes de poder recibir al primer cliente.

Para asomar al futuro, al Gobierno le vendrá bien aclarar hasta dónde y cuándo llegan las responsabilidades de los emprendedores y el alcance de la llamada Ley de Segunda Oportunidad. Cuando a muchos españoles no les queda otra que emprender para conseguir ingresos, la posibilidad -aunque sea remota- de que las deudas de negocios y proyectos fallidos del pasado salgan de la tumba es una losa demasiado pesada. Y si no, a ver quién compra el eslogan de “emprenda, sólo pagará 50 euros de Seguridad Social”… y de paso ayude a embellecer las estadísticas del paro.

Laotracaradelamoneda

Maribel Rodrigo

IDNet Noticias