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El sector del automóvil derrapa: ¿nos anticipa la próxima crisis económica?

El sector del automóvil no remonta. Las ventas de coches encadenan en Europa diez meses de descensos consecutivos, con lo que se consolida la tendencia bajista del sector en todo el continente en su conjunto. Las ventas han bajado casi un 8% el pasado mes de julio, hasta las 1.446.183 unidades.

Esto no es nuevo, ya se vivió algo parecido a finales de 2011 cuando la sombra de la recesión se cernía sobre nuestra economía. En ese momento, las caídas encadenaron 18 meses consecutivos, aunque desde ese momento hasta ahora han cambiado mucho las cosas.

Dentro de este escenario negativo destaca la proliferación de los coches eléctricos, cuyas ventas han subido un 120%. ¿Puede haber afectado a las caídas el llamado dieselgate? Lo cierto es que en muchas ciudades europeas están restringiendo el uso de los vehículos más contaminantes y se están potenciando los vehículos de pocas emisiones. En España se ha revocado la paralización de Madrid Central, porque el juez lo considera un asunto de salud pública, Londres tiene restringido el tráfico en el centro de la ciudad desde hace mucho tiempo, y París ha tomado medidas drásticas para paliar la contaminación durante la ola de calor del pasado mes de junio, cuando prohibió circular al 60% de los de los turismos.

Los fabricantes de automóviles se encuentran en plena fase de adaptación a las nuevas circunstancias del mercado con la llegada de coches cada vez menos contaminantes. Foto: Getty Images.
Los fabricantes de automóviles se encuentran en plena fase de adaptación a las nuevas circunstancias del mercado con la llegada de coches cada vez menos contaminantes. Foto: Getty Images.

De hecho, en los primeros seis meses del año han aumentado las matriculaciones de los coches eléctricos, híbridos y de gas. En total se han matriculado alrededor de 73.000 unidades, lo que supone un incremento de un 42% respecto a mismo periodo del año anterior. En España se matricularon más de 5.000 unidades de coches eléctricos, un 133% más. En el caso de los híbridos enchufables se registraron casi 4.500, un incremento del 31%.

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Eso sí, como vemos, los fuertes incrementos relativos de este tipo de vehículos no compensa por tanto las caídas en las ventas de los modelos tradicionales. Y aunque lo hicieran, nos encontramos con otro problema. La demanda de horas de trabajo y producción y por tanto de mano de obra de un coche eléctrico es mucho menor que en un coche tradicional.

Impacto en la mano de obra del sector

En concreto, según un informe de la Fundación alemana Friedrich Ebert Stiftung, un trabajador tipo puede fabricar de media anual 212 motores de combustión de gasolina, teniendo en cuenta la producción anual de la fábrica Daimler en Sttutgart, Alemania, a razón de 700.000 motores hechos por 3.300 empleados. En cambio, viendo la producción de motores eléctricos de Continental en su planta de Gifhorn, Alemania, la capacidad anual es de 60.000 motores eléctricos realizados por 40 trabajadores. Es decir, 1.500 motores por empleado.

Volkswagen, el mayor fabricante del mundo, suprimirá 7.000 empleos hasta 2023. No habrá despidos, lo hará con la no sustitución de los trabajadores que se jubilen. El principal argumento es que la reconversión de la industria hacia el vehículo eléctrico supondrá recortes de empleo, pues necesita entre un 20% y un 30% menos de carga de trabajo.

Al final todo esto significa que habrá personas que no pueden entrar en el mercado laboral con lo que ello conlleva para que la economía funcione. Por lo tanto, el sector del automóvil sí puede condicionar una nueva crisis global. Su impacto sobre la economía europea y mundial puede volvernos a llevar a situaciones desastrosas. Pero, aunque sea importante, nunca podemos dejar de tener en cuenta que, aunque el impacto sea importante, hay muchos otros factores que pueden influir en la llegada de una recesión.

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