Yahoo Finanzas Los supermercados, ¿próxima burbuja de la economía española?
Jaime Quirós.- Cualquier persona al caminar por su barrio o darse un paseo por el centro de la ciudad se puede percatar de la gran cantidad de supermercados que han abierto en los últimos años. Y no sólo en las ciudades, sino que también en muchos pueblos menores. Con el fenómeno, cualquier mente maligna puede pensar que da la sensación de que se está creando una burbuja de supermercados, como hace unos años con el tema inmobiliario, pero con un resultado diferente. Al abrir un super se hacen los estudios suficientes de viabilidad y si un supermercado no funciona cierra, mientras que en la burbuja inmobiliaria el piso quedaba vacío y no rentable.
Según datos de Nielsen, existen 3,4 supermercados por cada 1.000 ciudadanos frente a la media europea que es de 2,6 por la misma cantidad de habitantes. Esto se podría atribuir en buena parte a la eliminación de las restricciones comerciales para la apertura de establecimientos dada el año 2009. Si indagamos más, vemos datos sorprendentes. Por ejemplo, que desde 2008 se han abierto casi 3.000 supermercados e hipermercados más en España y, si tenemos en cuenta los super de menor tamaño y las tiendas tradicionales, hay que sumar 500 en sólo un año. Este rápido aumento puede ser una señal de alarma y terminar en una burbuja. Eso sí, esta burbuja no se puede pinchar, a diferencia de lo que ha sucedido en el sector inmobiliario.
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Los supermercados han sabido adaptarse al mercado en el que se desenvuelven y a la forma en que los consumidores cambian sus hábitos de compra. Para un supermercado, tener un buen producto fresco es vital para ganarse la confianza del consumidor y convencerle de que merece la pena hacer allí toda la compra. Los supermercados han sabido aprovechar este tipo de detalles para captar a clientes que antes compraban en la tienda de toda la vida o en tiendas especializadas. Gracias a la amplia oferta de productos frescos como verduras, frutas, carne y pescado.
El aumento del turismo en España también ayuda a que el mercado se autorregule y la variedad de formatos que los clientes pueden encontrar incrementa las visitas de los compradores a las tiendas físicas. En el otro lado de la balanza está el hecho de que el supermercado online en España no termina de despegar. Apenas llegamos al 2%, mientras en países de nuestro entorno rozan en algunos casos hasta el 7%.
Desde 2008 la superficie comercial ha crecido un 19%, pero las ventas han bajado un 2%. Incluso así, a día de hoy la inmensa mayoría de supermercados de barrio son viables. Si internet despega, sobrarán establecimientos. ¿Llegará ese momento? Y lo más importante, ¿Serán capaces sus responsables de reinventarse?
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