Hacienda puede colarse en tu boda sin estar invitada

Hacienda busca bolsas de fraude y recaudación por tierra, mar y aire. Y las bodas no son ninguna excepción. Si te has casado hace poco o lo vas a hacer debes conocer esta historia porque quizá recibas la visita inesperada de un inspector de Hacienda.

Esto es lo que le pasó a finales de febrero a Montse Gil, un pseudónimo que esta vecina de Barcelona utiliza porque prefiere no revelar su identidad. Dos años después de su enlace matrimonial, que se llevó a cabo en junio de 2013, recibió un requerimiento del fisco para que entregara las facturas de los servicios y productos relacionados con su banquete nupcial, según desvela La Vanguardia.

En este caso, un funcionario de Hacienda se trasladó hasta su domicilio, pero como no había nadie, a los pocos días remitió una carta advirtiendo de que el matrimonio tenía 10 días para remitir las facturas de la boda: servicio de banquete, catering, alquiler de carpas, transporte, adornos florales, fotografía y vídeo, discoteca móvil, orquesta, fotocall, trajes y alianzas, entre otros gastos.

Pero el problema es que muchas veces gran parte de esos servicios son regalos de boda, por lo que las parejas no suelen tener el justificante de compraventa. Con lo cual hay que llamar a los invitados y solicitarles la factura, con la incomodad y el trabajo que ello supone.

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La Agencia Tributaria se explica y afirma al diario catalán que no se investiga a las parejas. El verdadero objetivo de este tipo de actuaciones “puntuales”, declaran, es que determinados sectores de actividad susceptibles de que se produzcan incidencias fiscales de ocultación de ingresos “se sientan intranquilos”.

En este sentido la agencia deja claro que las parejas recién casadas “no tienen obligaciones tributarias relacionadas con los servicios que han contratado”, pero eso no les exime de ayudar al fisco en la lucha contra el fraude. Lo que busca la gente de Cristóbal Montoro es información sobre facturas que no se emiten o no se declaran para así poder perseguir a los comercios y profesionales que eluden sus compromisos fiscales.

Y si los recién casados no encuentran las facturas, el fisco recomienda para evitar problemas ulteriores escribir una carta manifestando que no se conserva documentación, y aportar toda la información con la que se cuente. Hacer mutis por el foro podría suponer que la pareja fuera acusada de “obstruir” la labor de este organismo estatal.

Y cuando Hacienda llama a la puerta de los recién casados, otra de las preocupaciones es qué pasa con los regalos que se reciben, muchos de ellos en metálico. “Puede pasar que encontremos ingresos altos, nos extrañe y preguntemos a ver de dónde salen, y si no se puede justificar como regalo de boda, podría considerarse como una ganancia de patrimonio injustificada”, comentan desde Hacienda, que también explican que es competencia de las comunidades autónomas controlar este tipo de donaciones.

Cuando se trata de pequeñas cantidades en concepto de regalo de bodas existe “una cierta tradición” de no declararlas sin que esto tenga mayores consecuencias, según matiza el fisco catalán al periódico. Pero las tradiciones no son ley, y el fisco puede en cualquier momento aplicar las normas en sentido estricto y ess regalso serían donaciones a efectos fiscales.

como se ve, la ofensiva de la Agencia para recaudar es incesante. Con la fuerza que le dan las nuevas normas que ha ido aprobando el gobierno, su cruzada cabalga incansable. Esta semana trascendía por ejemplo que la Agencia Tributaria recibió el año pasado casi 5.000 denuncias de pagos en metálico que superaban el límite legal de 2.500 euros. Hacienda, según desvela el País, abrió investigaciones a raíz de estas revelaciones lo que ha provocado que hasta la fecha haya multado a cerca de un millar de contribuyentes.

La limitación de pagos en efectivo de más de 2.500 euros fue una de las medidas estrella de la ley antifraude fiscal aprobada por el Gobierno en 2012. Afecta a operaciones en las que al menos una de las partes sea un profesional, autónomo o empresario. Por ejemplo, no se pueden pagar un banquete de boda, una orquesta o las reparaciones del coche al taller en metálico si estos servicios han costado más de 2.500 euros. Las facturas del dentista que superen esa cantidad tampoco pueden liquidarse en efectivo. Con esta medida el Gobierno pretende también limitar las operaciones con dinero negro.

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