Así ha sido el peor lunes para el empleo en la historia de España

El pasado lunes 31 de agosto va a pasar a la historia de España. Ese día fue el lunes negro para el empleo o, visto desde otra perspectiva, el día paradigmático que refleja con toda su crudeza la temporalidad, la precariedad y el abuso inherente al mercado laboral español.

Ese fatídico día se despidieron de golpe a 333.107 personas. Nada más y nada menos. Un ejército de trabajadores temporales, casi todos enrolados en la hostelería en los meses de temporada alta.

Un verano de récord en la entrada de turistas extranjeros y el tirón de la demanda nacional provocó una elevada contratación de eventuales que empresarios y autónomos se han quitado de enmedio el último día del mes. Es una actividad cíclica que no genera empleo estable.

Si sumamos los despidos del mes de agosto en el sector educativo, en el que los empleados son mandados al paro para no pagarles salario y cotización a la Seguridad Social, nos topamos con las razones clave para la subida del paro en el mes de agosto.

Pero además ese lunes se produjo otro hecho asombroso pero habitual, aunque parezca extraño. Al mismo tiempo que eran despedidas 333.000 personas, se dieron de alta a la Seguridad Social 135.783, la mayoría personas que son despedidos el fin de semana y recontratados el lunes, una práctica habitual en la construcción. Por tanto, la variación neta de afiliados fue negativa en 197.324 trabajadores en ese último día del mes.

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Nunca había ocurrido algo similar en la historia laboral de España a pesar de las graves destrucciones de empleo durante los casi 3.000 días acumulados ya de la peor crisis económica desde la guerra civil, según detalla El Mundo. Por ejemplo, en el último día del peor agosto de la crisis (2008), mes en que la Seguridad Social perdió 244.665 cotizantes, salieron del mercado 74.462 personas. Y, por si fuera poco, en enero de 2009, el peor mes para el empleo con 349.521 puestos destruidos, el día 31 sólo se despidieron a 62.268 trabajadores.

Lo ocurrido este 31 de agosto es un ejemplo palmario de cómo funciona nuestro mercado de trabajo, en el que agosto suele ser tradicionalmente malo para el empleo debido a la finalización de esos contratos temporales por el fin de la temporada estival. De hecho, el paro subió en 21.679 personas, pero si cogemos los datos desestacionalizados, es decir, sin tener en cuenta el efecto calendario -como los periodos vacacionales- el paro registrado se redujo en 5.286 personas el mes pasado. Y en los últimos meses en 359.975 personas. Así que la interpretación del dato de agosto y el del lunes negro como síntomas del estado de la economía del país nos llevan a eso de la botella medio llena o medio vacía. Depende de nuestra actitud a la hora de analizarlos.

IDNet Noticias
@Jorcha