Yahoo Finanzas ¿Reconocerías a un familiar tuyo si lo vieras viviendo en la calle?
La presencia de indigentes en la calle genera una triste reacción en las personas, que normalmente tratan de evitar que se produzca un cruce de miradas con ellos. Por este motivo se dice que este colectivo es invisible, ya que los peatones actúan como si no les vieran. Pero, ¿hasta qué punto esto es así?
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Para comprobarlo, la ONG neoyorkina Rescue Mission ha llevado a cabo un experimento de lo más revelador que sin duda hará reflexionar a muchos. Unos voluntarios se han caracterizado como personas sin techo y se han colocado en puntos de la ciudad muy estratégicos, concretamente en zonas por las que pasan sus propios familiares.
La acción consistió en grabar con cámara oculta las reacciones de sus seres queridos al pasar junto a ellos, comprobando si realmente se evita mirar a la cara a los vagabundos. El resultado de la prueba no pudo ser más revelador…
Ninguno de los protagonistas reconoció a sus familiares, y eso que alguno llegó incluso a pasar delante de su propia madre, un tío y una tía. Otros ignoraron por completo a su mujer o a su hermana, por increíble que pueda parecer.
Después del experimento, los organizadores mostraron a los participantes el vídeo en el que se veía cómo habían pasado de largo ante los falsos indigentes. Todos ellos se quedaron sin habla, conscientes de una realidad que nadie puede negar y que la ONG está luchando por combatir. “Cambia la manera en la que ves a los vagabundos. Hazlos visibles”, reza la campaña.
Los vagabundos fantasma, otra manera de denunciar la situación
La acción de Rescue Mission recuerda en parte a la llevada a cabo en Vancouver por First United. Lo que hicieron fue colocar en las calles esculturas con forma de vagabundos fantasma para atraer la atención de los viandantes y transmitirles el mensaje de que en sus manos está poder sacar a una persona de la calle.
Para descubrir que eran figuras era necesario mirar a la cara al vagabundo, un gesto que muchas personas no hacen. Así, la acción sirvió también para humanizar a este colectivo y transmitir que son personas con cara y ojos, y que su problema no debería ser invisible.
