Yahoo Finanzas ¿Le darías la mano a un extraño para conseguir entrar en calor?
Aunque el contacto físico entre personas es más habitual en unas culturas que en otras, en general nadie se siente especialmente a gusto si le toca un desconocido. Pero si nos encontramos en una parada de autobús a muchos grados bajo cero, y ese gesto nos hace entrar en calor, la cosa cambia…
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Una prueba clara de ello es la acción que ha llevado a cabo Duracell en Canadá, aprovechando sus gélidas temperaturas en invierno. El fabricante de pilas instaló un circuito en forma de batería gigante en una parada de autobús de Montreal con un mecanismo muy curioso: si se tocaban las dos paredes con las manos se encendía una calefacción.
La única manera de lograr que se activara esa fuente de calor era formando una cadena humana, de modo que las personas que esperaban al autobús tuvieron que colaborar para combatir el frío. “En Canadá tenemos inviernos fríos, pero también nos tenemos el uno al otro”, reza la campaña.
La acción ideada por la agencia Cosette de Toronto está recibiendo muy buenas críticas, y es que las acciones colaborativas siempre suelen tener una gran acogida. En este caso lo apropiado sería decir "una cálida acogida".
Caliéntame la parada de autobús y me venderás lo que quieras
Las marquesinas han dado siempre mucho juego a los publicistas, que en muchas ocasiones se han ‘aprovechado’ del frío que pasan las personas mientras esperan el autobús para customizarlas con fines promocionales. Ellos, como es normal, encantados de formar parte de la acción.
La marca de café Caribou, por ejemplo, sorprendió a los ciudadanos de Minessota al convertir una parada en un horno para presentar sus nuevos menús calientes.
Algo parecido hizo Kraft para promocionar un nuevo producto llamado Stove Top. Además de regalar muestras calientes en paradas de autobús, añadieron calefacción en las mismas y un poster donde se podía leer “Frío, proporcionado por el invierno. Calor, proporcionado por nosotros”.
