Yahoo Finanzas El brillante anuncio de tráfico cuyo éxito no se podía predecir
Cada año se lanzan un gran número de campañas de concienciación para evitar accidentes de tráfico, muchas de las cuales no consiguen llegar a tantas personas como les gustaría. Sin embargo, cada cierto tiempo una logra dar con la tecla y se convierte en un ‘bombazo’ viral que se difunde por todo el mundo a través de la red.
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Pese a que el 2014 está recién inaugurado, ya hay un firme candidato a ser considerado el mejor spot del año en esta categoría. Curiosamente, es una campaña realizada por el gobierno de Nueva Zelanda, un país cuya cifra de muertos en carretera es muy pequeña comparada con otros países (el año pasado fallecieron 83 personas en accidentes de tráfico).
De antemano resulta sorprendente que un anuncio procedente de este país oceánico haya sido visto más de 5 millones de veces en una semana. Sin embargo, resulta perfectamente comprensible después de verlo. Sus creadores, la agencia Clemenger BBDO, han sabido encontrar un enfoque inédito para este tipo de campañas que sin duda sorprende al espectador.
El spot busca que los conductores reflexionen sobre un detalle: aunque tú no cometas errores al volante, otras personas sí pueden hacerlo. Si eso sucede, es mejor que no vayas a mucha velocidad para evitar que la situación acabe en un accidente mortal.
La manera de transmitir este mensaje es visualmente espectacular. El anuncio muestra a una persona que por una imprudencia se precipita al salir de un cruce, irrumpiendo en la trayectoria de otro vehículo. En ese momento el tiempo se detiene, y puede entablar una impactante conversación con el conductor del coche.
La persona que ha cometido la imprudencia le ruega que frene para evitar la colisión, ya que lleva a su hijo en el asiento de atrás. El otro conductor se da cuenta de que no puede hacer nada debido a que iba a gran velocidad. Finalmente, ambos asumen que ya es demasiado tarde para evitar la tragedia, en la que ambos tienen culpa. Uno por cometer un error, el otro por no ser precavido.
“Nadie debería pagar con su vida por un error. Cuando conducimos compartimos la carretera con otros, por lo que la velocidad que elegimos para viajar necesita dejar margen para cualquier potencial error”, reza el mensaje de la campaña, que ya ha llegado a 5 millones de personas y todo indica a que lo hará a muchas más.
