Anuncio
Mercados españoles abiertos en 7 hrs 38 min
  • S&P 500

    5.948,71
    +31,60 (+0,53%)
     
  • Nasdaq

    18.972,42
    +6,28 (+0,03%)
     
  • NIKKEI 225

    38.260,98
    +234,81 (+0,62%)
     
  • Dólar/Euro

    1,0471
    -0,0008 (-0,07%)
     
  • Petróleo Brent

    74,27
    +0,04 (+0,05%)
     
  • Bitcoin EUR

    93.979,62
    +3.718,17 (+4,12%)
     
  • XRP EUR

    1,22
    +0,16 (+15,17%)
     
  • Oro

    2.672,70
    -2,20 (-0,08%)
     
  • HANG SENG

    19.601,11
    -103,90 (-0,53%)
     
  • Petróleo WTI

    70,11
    +0,01 (+0,01%)
     
  • EUR/GBP

    0,8317
    -0,0002 (-0,02%)
     
  • Plata

    30,83
    -0,11 (-0,37%)
     
  • IBEX 35

    11.611,70
    +22,20 (+0,19%)
     
  • FTSE 100

    8.149,27
    +64,20 (+0,79%)
     

La verdadera razón de la renuncia millonaria de Rato

La noticia es, cuanto menos, llamativa: Rodrigo Rato ha renunciado a su indemnización de 1,2 millones de euros, un mes después de anunciar su dimisión. El ex ministro de Economía del PP ha comunicado esta decisión a Bankia antes de que la plana mayor de la entidad se reuniera. A simple vista, parece un gesto muy honesto de Rato de cara a la opinión pública, tras trascender la mala gestión que ha vivido la empresa estos últimos años. No obstante, no es oro todo lo que reluce. ¿Por qué? Porque a cambio quiere trabajar.

El ex director del FMI se ha encontrado con un problema en su salida de Bankia: había una llamada cláusula de concurrencia, firmada con la entidad, mediante la que Rato, una vez hubiera abandonado sus filas, no podría trabajar durante dos años en la competencia. Es decir: ahora mismo está inhabilitado para seguir en el sector de la banca. ¿Qué ocurre? Que los 1,2 millones que Rato podría recibir también van en la claúsula del contrato: Rato podría llevarse cuatro anualidades, aunque el consejo de administración de Bankia solo estaba en principio dispuesto a darle dos, puesto que la baja ha sido voluntaria.

Por tanto, por mucho que pueda parecer un acto de solidaridad, lo que parece que quiere hacer Rato es pagarse su propia libertad, sin descartar que el popular podría ganar más dinero trabajando dos años en otra entidad que llevándose esta indemnización.

[Te puede interesar: Cinco mentiras de un Gobierno sobre el rescate]

Al parecer, estas cláusulas, que se denominan "pactos de no competencia", son habituales entre los altos directivos de las grandes empresas y de hecho; el propio Goirigolzarri tenía una que le permitió abandonar BBVA, comprometiéndose a no trabajar para otras entidades en los dos años siguientes. El objetivo principal de este condicionante es impedir que la información confidencial que manejó una persona clave en una compañía acabe llegando a un competidor.

Ahora, el comité debe decidir entre dos opciones: mantener el pacto de 1,2 millones así como la cláusula, o no pagársela y permitir que se vaya a otro banco.

[Te puede interesar: El regalo más polémico de Bankia]