La salida a bolsa de Facebook provoca un impuesto multimillonario para Zuckerberg
Aunque no siempre es así, normalmente son los más ricos los que más impuestos pagan; así se supone que debería funcionar el estado de bienestar, de ahí que no nos debería sorprender la tasa astronómica que se avecina con la salida de Facebook a bolsa para su creador y máximo accionista, Mark Zuckerberg: un impuesto de más de 1.500 millones de dólares.
La razón tiene su miga: en pleno proceso de entrada en bolsa de la red social más famosa del mundo, Zuckerberg tiene la opción de ejercer la compra de 120 millones de acciones de la compañía a un irrisorio precio de 6 céntimos de dólar. Son, quizás, una migaja en comparación con los 2.500 millones que ya tiene, pero si tenemos en cuenta el precio estimado que alcanzarán en el parqué (casi 40 dólares por acción, según diversas agencias especializadas), el joven más rico y famoso de Silicon Valley podría ganar con la operación más de 4.500 millones de dólares. Casi nada.
El problema para Zuckerberg es que, como todo ciudadano, esta ganancia estaría sujeta a un gravamen, en este caso estimado en un tipo impositivo de un 35%, el máximo aplicado en EE.UU para 2012. De esta manera, el creador de Facebook tendría que desembolsar del tirón estos 1.500 millones, aproximadamente. El mecanismo utilizado para hacer frente al impuesto será probablemente una venta de acciones que, si establecemos el mismo baremo, supondría deshacerse de 37 millones de valores.
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Zuckerberg se garantizó esta opción de compra en 2005, una opción que caduca en 2015, por lo que aún tiene bastante margen de maniobra y podría esperar a que el precio fluctuara para escoger el mejor momento. Estas astronómicas cifras (no por ello menos justas) son incluso mareantes dentro del círculo de los más ricos, que según la IRS (Agencia Tributaria de EE.UU.) pagan por término medio en impuestos unos 50 millones de dólares al año cada uno. Dicho de otra manera, la suma de los 400 más ricos superaría por poco lo que debería pagar únicamente Zuckerberg por esta operación.
Parece, por otra parte, que el dueño de Facebook desembolsaría la cantidad de acciones mínima para contrarrestar el impuesto, porque, como se refleja en la documentación enviada a Wall Street para tramitar la solicitud de entrada de Facebook en bolsa, la intención de Zuckerbeg es mantener lo máximo posible el control de la empresa, tanto a nivel accionarial como dentro del consejo de administración.