Javier Oliván, un español millonario gracias a Facebook
Tiene 34 años, es español y puede presumir de haberse hecho millonario gracias a Facebook. Es Javier Oliván, jefe de expansión del departamento móvil de la red social, uno de los peces gordos de la compañía, que se ha llevado un gran pellizco, al igual que otros pares en la compañía, gracias a su estreno en Bolsa del pasado viernes.
Natural de Sabiñánigo (Huesca) e ingeniero por la Universidad de Navarra, Oliván fue reclutado por Zuckerberg en 2007 para dirigir la expansión internacional del negocio. Desde entonces se integró en la política de la empresa que, para mantener el talento en su organigrama, 'regala' acciones a sus empleados valoradas en menos de un dólar como complemento a su salario, ya alto de por sí.
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Para su fortuna, el valor por acción que en su momento parecía simbólico se ha incrementado hasta los 38 dólares, precio al que terminó el viernes en lo que fue su primer día de cotización en el Nasdaq. Lo cierto es que no se conoce el número de acciones que desde hace cinco años ha ido aglutinando Oliván en su bolsillo, pero ante un rol tan importante, se presume que es significativo. No en vano, el oscense ha sido el encargado de coordinar la traducción del contenido de Facebook a los 23 idiomas presentes en la red social por todo el mundo.
El papel de Oliván se puede demostrar, además, con una sola foto: la que inmortalizaba a Mark Zuckerberg en Menlo Park durante la apertura del Nasdaq el viernes pasado. El fundador de Facebook se saltó el protocolo y dio el pistoletazo de salida desde la sede de la compañía y junto a sus trabajadores. En el medio estaba Zuckerberg, pero un poco más a su derecha encontrábamos a Olivan, lo que dice mucho de su estatus.
A pesar de que ahora mismo Olivan es millonario, por sus acciones y su rol, podría serlo aún mucho más, a tenor de las previsiones del mercado. Y es que el precio de los 38 dólares por acción se espera que vaya subiendo progresivamente (muchos hablan de doblarlo), aunque la sensación era la misma el viernes y los inversores se llevaron una pequeña decepción al comprobar que la cotización acabó en plano. El tiempo dirá cuántos millones adicionales acabarán en la cartera de Oliván y en las de las altas esferas de Facebook.