Zuckerberg se salta el protocolo del Nasdaq

Ante todo, con la personalidad por delante. Da igual que los mercados bursátiles se ajusten a determinadas costumbres; da igual, también, que fuera uno de los momentos más importantes en toda su carrera. Mark Zuckerberg no se rige por esas normas, de ahí que se haya saltado todo el protocolo el día que Facebook haya salido a bolsa.

Nada de trajes: sudadera con capucha y camiseta. Nada de tocar la campana en la sede del Nasdaq, en Times Square, Nueva York: mejor en la sede de su compañía, en Menlo Park (California). Nada de rodearse de jefazos y representantes políticos: él siempre junto a sus compañeros de trabajo. Así ha sido el inicio fulgurante de Facebook en Bolsa, un acontecimiento esperado desde hace varios meses en los mercados bursátiles. Eso sí; el evento fue retransmitido por pantalla gigante a sus cientos de empleados de la firma y emitido en directo para todo aquel que quisiera verla.

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Zuckerberg demuestra, una vez más, que él no es un jefe cualquiera, o al menos que no es como los de antes. Recién cumplidos los 28 años, nunca ha cambiado su estética, desaliñada y desenfada, con sus famosas sudaderas con capucha que siempre le han acompañado allí donde va a dar una charla, aunque Facebook se haya convertido en la primera firma estadounidense que supera los 100.000 millones de dólares en su debut.

Muchos son las voces críticas con la manera de vestir del fundador de Facebook; de hecho, varios expertos consideran que este aspecto supone un factor negativo para los inversores. Sin embargo, las cifras demuestran completamente lo contrario; solo hay que ver las cifras de la compañía, que no se han resentido por este motivo como tampoco se ha resentido el afán del mercado por conseguir acciones de la red social, que antes del pistoletazo de salida solo podían encontrarse en el mercado secundario. Zuckerberg lo sabe; si no, probablemente las cosas serían distintas.

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