La moda de regalar lingotes de oro o cómo matar dos pájaros de un tiro
Desde que empezó la crisis en el verano de 2007, el valor de la onza de oro ha pasado de 600 dólares a 1.670. Con oscilaciones, al cabo de casi cinco años el precio del dorado metal casi se ha triplicado. Es más, 2012 ha sido el undécimo año consecutivo en que el oro registra subidas. La revalorización el año pasado ha sido del 7%, aunque su escalada ha perdido fuelle en los últimos meses.
Si hubiéramos invertido ese dinero en un índice bursátil mundial representativo, como el de Standard & Poor’s, ahora tendríamos en torno a los 900 dólares. Se ha cumplido así el tradicional aforismo de que en tiempos revueltos el dinero busca el oro como valor refugio ante la depreciación y la desconfianza que generan otros bienes.
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España no es ajena a esta percepción. La moda del oro ha llegado y también la de regalarlo. Varias empresas se dedican a ello a través de la venta de pequeños lingotes de pocos gramos que se utilizan como regalo original y como vehículo inversor más seguro. Se han llegado a vender incluso en cajeros automáticos, como el que se instaló en el Hotel Palace de Madrid.
Los productos más demandados para regalar son los pequeños lingotes de oro cuyo precio no es muy elevado, según explica la empresa especializada Oro Direct. Son piezas cuyo peso oscila entre los 2, 5 y 10 gramos, mientras el precio se sitúa entre los 130 y los 470 euros.
Los precios de venta están referenciados al mercado del oro de Londres y las compras están exentas de IVA. En Navidad y vísperas de Reyes Magos, las ventas de los lingotes de oro más pequeños de Oro Direct han aumentado en un 30% respecto al año anterior.
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La fiebre del oro ha provocado que distintos intermediarios abran en España. La firma A&A Commodities, empresa de compra y venta de metales preciosos, ha lanzado hace pocas semanas una plataforma que permite invertir en oro y otros metales preciosos dirigida tanto a empresas y entidades financieras como a inversores particulares. La plataforma nace tras un acuerdo entre el Industrial and Commercial Bank Of China (ICBC) y aunque la aplicación está disponible para cualquier usuario a través de la web, el producto está muy enfocado a los residentes chinos y asiáticos que viven en España, en sintonía con el gran atractivo que el oro tiene para estos pueblos.
No en vano, el mercado de compraventa de oro lo dominan India y China. La República Popular, por ejemplo, compró en 2011 cuarenta veces más oro que en 2010. China busca activos para colocar sus enormes reservas de divisas. Tiene demasiados dólares estadounidenses y le gusta diversificar. Además, a los chinos les gusta el oro desde siempre y más ante las pocas alternativas rentables de inversión en su país, donde los precios de las casas ya están por las nubes y los depósitos no rinden mucho.
Pero, cuidado, estamos viviendo una crisis muy especial, inédita y profunda. Empiezan a vislumbrarse síntomas de recuperación y a lo mejor dentro de poco el dinero ya no busca tanto los refugios. Todo lo que sube algún día baja. [IDNet Noticias]