Yahoo Finanzas El abismo laboral en el que pueden caer millones de trabajadores
Llegan los efectos retardados de la reforma laboral. Se avecina un buen revolcón para millones de trabajadores. A partir del próximo lunes casi dos millones de personas pueden perder sus derechos laborales porque caduca la prórroga automática de las condiciones laborales básicas disfrutadas si ese día no hay un convenio nuevo firmado entre los trabajadores y la empresa. Estos trabajadores pueden perder en ese momento todos sus derechos adquiridos, como salario, jornada laboral, categoría laboral o complementos, dado que en ese momento no tendrán un convenio nuevo.
Sin un acuerdo laboral renovado, el empresario podrá imponer en una empresa las condiciones laborales mínimas que establezca el convenio de sector, si lo hay, y si no lo hay, lo que dicte el Estatuto de los Trabajadores.
Esa prórroga automática de los derechos laborales básicos despareció con la reforma laboral del año pasado, que dio doce meses de plazo para aplicar ese decaimiento automático de los derechos de los trabajadores que no tengan en vigor un convenio colectivo. Hasta la reforma laboral la prórroga de los convenios, y por tanto sus garantías, no tenía límite, podía ser infinita.
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Sobre esa base, sindicatos y empresas negociaban el salario, la mejora de derechos laborales y sociales o cambios en las condiciones de trabajo. El Gobierno pretendía que en este periodo transitorio de doce meses las empresas fueran negociando convenios nuevos, pero muchas no lo han conseguido. En total llegan a su fin un total de 1.324 convenios colectivos que afectan a 1,8 millones de trabajadores.
Puede que la sangre no llegue al río, pero el acuerdo firmado por los sindicatos y la patronal el pasado 23 de mayo para dar salida a los convenios pendientes está teniendo un cumplimiento insuficiente. Ese pacto insta a que en aquellos convenios colectivos que se haya detectado un bloqueo se recurra a los mecanismos de solución autónoma de conflicto, o bien a pactar una prórroga para seguir negociando a partir del ocho de julio.
El propio presidente de CEOE, Juan Rosell, ha afirmado que en las últimas semanas que se están negociando un elevado número de convenios y que "no hay gran cantidad de incendios", por lo que en la CEOE no ven motivos para preocuparse.
Pero hay otros muchos sectores y empresas donde sí hay conflicto. Hay empresarios que consideran que las condiciones laborales consagradas en los últimos años son ahora insostenibles y quieren hacer borrón y cuenta nueva con ellas. Es decir, quieren fijar unos derechos inferiores y precarios para hacer más competitivas sus empresas. En los últimos días, se han firmado muchos convenios en los que ha habido una merma clara de derechos ante el temor a la llegada de este 'día D' y de que las cosas, a partir del lunes vayan a peor, según los sindicatos.
Los sindicatos están preocupados y consideran que forma parte de la estrategia del Gobierno para continuar precarizando y devaluando las condiciones de trabajo de los españoles como medio de hacer el país más competitivo.
UGT y CC.OO. han pedido al Gobierno que replantee el límite de vigencia para los convenios que decayeron y advierte de que, de lo contrario, habrá conflictividad en las empresas, lo que dañará a la competitividad de la economía. Además, las centrales sindicales han advertido del colapso que se puede producir en los juzgados de lo social, porque interpondrán demandas colectivas en las empresas. También anuncian movilizaciones por la posible pérdida de derechos que podría acarrear. La patronal de empresarios CEOE por contra, no esperan ninguna oleada de la conflictividad.
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