El colectivo transexual se rebela contra Ikea
Ikea es una de las multinacionales que más cuida sus campañas de publicidad, habiendo protagonizado grandes casos de éxito. Por ello, resulta especialmente llamativo que la marca sueca se haya visto envuelta en una polémica tan desagradable que incluso le ha llevado a ser acusada de violar los derechos humanos.
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El origen del escándalo es un spot que la compañía ha difundido en Tailandia, y que ha enfurecido al colectivo transexual. En él se ve a una feliz pareja visitando tranquilamente una tienda Ikea, hasta que los bajos precios de unas almohadas llaman la atención de la chica. La ilusionada voz que sale de su garganta no es precisamente lo que su novio esperaba...
El tono masculino de la joven desconcierta a su novio, que al final del spot huye despavorido mientras ella se carga varias cajas a los hombros. El lema de la campaña no es otro que "Olvídate de engañar", lo que acaba por confirmar que la protagonista había ocultado su verdadero sexo a su pareja.
Las reacciones al anuncio no se han hecho esperar, recibiendo acusaciones de ser "negativo", "estereotipado" y de "violar los derechos humanos". La Alianza de Transexuales de Tailandia afirma que la pieza perpetúa el malentendido de que la transexualidad se asocia a un estilo de vida engañoso y desviado. Algunos usuarios han manifestado incluso su deseo de boicotear a la multinacional sueca.
La avalancha de críticas ha obligado a Ikea a intervenir para restañar su maltrecha reputación, declarando públicamente que no buscaban ofender a nadie y que ya están trabajando en una respuesta sobre la polémica generada. Habrá que ver si sirve para calmar los ánimos, aunque difícilmente podrán disimular este lunar en su exitoso currículum de éxitos publicitarios.
La transexualidad, un tema que no es nuevo para Ikea
En el año 2010 Ikea también dio que hablar con un anuncio protagonizado por una persona que se había sometido a una operación de cambio de sexo, si bien no se produjo un revuelo tan grande como ahora. El tono empleado por la agencia española SCPF, responsable de la pieza, era radicalmente distinto al del spot emitido en Tailandia. En vez de valerse de la burla, reflejaban con mucho tacto los sentimientos de la protagonista tras la operación y su manera de "redecorar su vida".