Primera huelga de la era Syriza
El gobierno griego afronta su primera huelga desde que Syriza accedió al poder. Los trabajadores públicos han convocado un paro de 24 horas que también han secundado algunos sectores privados, como el de las farmacias, a causa de las nuevas medidas de austeridad que hoy debe votar el Parlamento nacional. Además hay convocadas varias concentraciones para esta tarde en el centro de Atenas. El desánimo es generalizado. “Las reformas pasarán el filtro parlamentario”, asegura Eleni, una trabajadora del sector privado de cuarenta y cinco años. “No hay otra opción. Evidentemente que la gente está furiosa, pero no ya no está en nuestras manos. Las reformas se aprobarán por necesidad. Y por necesidad seguiremos pagando”. “Aquí nos movemos normalmente en metro”, dice Klelia, una pensionista. “Ahora han puesto un trolebús, pero vamos como sardinas en lata. Desde luego que es un problema. Sin metro todo es más complicado, pero qué le vamos a hacer”, se lamenta. La situación es cada vez más delicada. En medio del corralito, muchos ya ni siquiera pueden sacar los sesenta euros diarios que permite el gobierno. Y deben conformarse con cincuenta porque los cajeros se están quedando sin billetes de veinte y diez euros.