Nueva llegada de inmigrantes a las costas de Sicilia
Aquí, en estas imágenes, en el puerto de Pozzallo, cerca del extremo sudeste de la isla de Sicilia, la imagen se repite. Parecen las mismas caras, la misma gente, los mismos inmigrantes que podían ir en cualquier barco o patera de las que estos días informamos, cada vez con más dramática continuidad. Pero no, ellos son otros. Fíjense bien. Puede que seamos capaces de adivinar su historia. Son un centenar que en este caso sí han tenido la suerte de ser avistados y sobrevivir y que podamos asistir a su odisea desde nuestros televisores. El viernes habían llegado otros 300. Cada vez más mujeres y niños, los grupos más vulnerables que huyen de los conflictos de Siria o Libia, en este rescate casi la mitad. Cuentan que las mafias les animan a intentarlo en esta época porque la temperatura del mar empieza a ser más alta. En el puerto italiano, el dispositivo de ayuda funciona, ayuda física y también mental porque muchos la necesitan con urgencia pero se queda a todas luces escaso. Y es que ya no se trata de ayudar a un grupo que llega. Solo entre el 10 y el 16 de abril se produjeron 16.000 desembarcos. Llegan a cientos, a miles, vivos y muertos.El mar se ha convertido en la puerta abierta de la desesperación y Europa está tardando en pronunciarse.