"Mientras yo esté vivo esto no prescribe"

Manuel Bioque se acuerda de cuando aprendió a atarse los zapatos. "Mi madre me solía echar una mano, pero un día estaba ocupada con mi hermana y dije "lo voy a intentar yo", explica. Después de toda una vida superando sus limitaciones, los afectados por la talidomida han sabido esta semana que se quedan sin indemnización. No recibirán nada de Grunenthal, el laboratorio alemán que comercializó ese medicamento para las nauseas de las embarazadas que ha provocado sus malformaciones. Hace dos años los afectados ganaron el primer juicio. Pero la farmacéutica recurrió. La Audiencia le dio la razón y esta semana el Supremo lo ha confirmado. Dice que los hechos han prescrito. ¿Por qué los afectados denunciaron tan tarde? Porque les llevó muchos años demostrar que la talidomida había causado sus malformaciones. "En esos 50 años nos hemos encontrado con una farmacéutica que no ha dado información a los médicos de aquí, con un estado que ha silenciado todo...", explica Bioque. En Alemania, por ejemplo, el reconocimiento oficial fue en 1971. En España el gobierno no creó protocolos para diagnosticar a los afectados hasta 2010. Ellos dicen que eso era imprescindible para denunciar. La justicia sin embargo asegura que podían haberlo hecho antes y que ahora ha prescrito. Lo único que han recibido hasta ahora es una disculpa de la empresa, hace tres años."Nos disculpamos por no haber encontrado la manera de dirigirnos a los afectados de persona a persona durante 50 años. En lugar de eso nos callamos. Lo sentimos mucho", dijo hace tres años Harald Stock, director ejecutivo de Grünenthal. Manuel y los otros afectados recurrirán ahora al Constitucional y al Tribunal de Estrasburgo. -Redacción-