Los impuestos y la normativa amenazan a los vehículos diesel
España, territorio diesel. Dos de cada tres coches que se matriculan llevan esta motorización. No sólo por el menor consumo, sino también por su fiscalidad. El CO2 demonizó a la gasolina, pero ahora son los malos humos del diesel los que preocupan, las partículas y el óxido de nitrógeno en especial, contaminantes muy nocivos para la salud. Las normas Euro para las emisiones diesel son cada vez más rectrictivas. París ha prohibido la circulación de coches diesel para 2020 y Londres bonifica su sustitución por vehículos con otras tecnologías. Es este alto coste y el cambio en la política de impuestos la gran amenzada para la hegemonía diesel en Europa. Por eso hasta las marcas comienzan a mirar hacia otro lado, en especial, a la gasolina. Un futuro que se verá marcado también por la consolidación de las tecnologías híbridas. -Redacción-