Los expertos creen que las duras sanciones a clientes de prostitutas no solucionarán el problema
Cerco a los clientes de las prostitutas es lo que pretende el Gobierno. La fórmula: multas de entre 600 y 30 mil euros en algunas zonas como en carreteras o cerca de colegios o centros donde pueda haber menores. Esa es la intención, pero detrás hay muchas contradicciones. Mientras se hacen campañas y cada ayuntamiento multa a su manera, se sigue permitiendo la publicidad y hasta marketing sin complejos. Es la lucha contra la prostitución , pero a medias. Algunos países como Holanda o Alemania ven imposible acabar con la profesión más antigua del mundo y prefieren regularla como un trabajo más. Aquí se da una doble moral, La prostitución libre ni se regulariza ni se prohíbe. Se mira para otro lado, aunque forme parte abiertamente del escenario.