La decisión del pueblo griego supone abrir una nueva e incierta vía política en Europa
La victoria del 'NO' es un espaldarazo a Tsipras, a Varofaukis y a todo su Gobierno. Y es un 'NO' claro no sólo al acuerdo propuesto por Bruselas, sino también a las políticas impuestas por la Comisión Europea desde hace cuatro años. En este tiempo, los sueldos han caído un 37% y los pensionistas cobran un 48% menos. La deuda, la clave de la negociación, ha crecido 80 puntos. Reestructurarla es el objetivo de Tsipras que refuerza ahora su posición negociadora. Tsipras no debería ir a buscar máximos para no romper la baraja. Y Europa seguirá en la negociación, lo hará, entre otras cosas, por la presión de Estados Unidos, que necesita a Grecia del lado occidental. La decisión del pueblo griego supone también abrir una nueva vía política en Europa. Y todo esto con el permiso del Banco Central Europeo, que deberá mantener la ayuda de emergencia a los bancos griegos. -Redacción-