Jennifer Lawrence dedica una peineta a los paparazzi
Es famosa por su buena relación con la prensa, pero Jennifer Lawrence no parecía estar de muy buen humor a la llegada a la casa de Chris Martin, en Malibú, California, conduciendo su propio coche.
La estrella iba a pasar la noche con el cantante, justo antes de que él pasara el Día de la Madre con su ex, Gwyneth Paltrow, como si fueran aún una familia feliz y junto a los hijos de ambos, Moses y Apple, de 9 y 11 años.
Jennifer Lawrence no mediaba palabra con los periodistas y fotógrafos congregados a las puertas de la mansión del líder de Coldplay. Se limitaba a dedicarles una peineta mostrando el dedo corazón, con poco sentimiento.
El pasado de Chris Martin y su buena relación con Gwyneth ya hizo estragos en el romance. Esperemos que, ahora que son felices de nuevo, Jennifer no vuelva a agriar su bonito carácter. Que recuerde que un dedo vale mucho en la era digital.