Incertidumbre sobre el comienzo de las conversaciones de paz
En cuestión de horas comenzarán las negociaciones de paz en Ginebra. Pero aquí, sobre el terreno, lo que suena es la guerra. Bombardeos contra posiciones rebeldes que terminan con la vida de decenas de civiles. Solo hoy en Deir ez Zor denuncia el Observatorio Sirio de Derechos humanos, han muerto 63 civiles. 9 eran niños. Es la imagen de una guerra a la que la comunidad internacional va a intentar poner fin con unas negociaciones más que difíciles que comienzan mañana en Ginebra. Se sentarán por un lado, el régimen de Damasco respaldado por Irán y Rusia. Por otro, los opositores sirios apoyados por Arabia Saudí, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Turquía, entre otros. El enemigo común de los dos bandos es el Estado Islámico, pero en medio quedan también los kurdos o las milicias de Al Nusra, que no han sido invitadas al encuentro. Y mientras se dice intentar avanzar por la vía diplomática, se toman posiciones sobre el terreno. De hecho, Estados Unidos y Rusia han reforzado su presencia militar en el norte de Siria para, se sospecha, construir aeropuertos para luchar contra el ISIS. Porque tal y como ha advertido el vicepresidente, Joe Biden, si el acuerdo político fracasa, Estados Unidos y Turquía ya tienen preparada una solución militar para acabar con el ISIS por la fuerza.