El fuego ha devorado ya 200.000 hectáreas en Canadá

Casas y coches destruídos, bosques quemados, vecindarios completamente arrasados. Es el estado en el que ha quedado está zona de Ford McMurray tras ser pasto de las llamas. Una de las ciudades más prósperas de Canadá que, durante una semana, se ha convertido en un infierno de fuego que ha devorado más de 200 mil hectáreas. A pesar de que el incendio sigue sin control, las autoridades canadienses se sienten aliviadas porque sólo un 10 por ciento de la ciudad ha sido reducida a cenizas. La primera ministra de Alberta ya ha anunciado que van a reconstruirla de nuevo. Pero todavía no se sabe cuándo sus 88.000 habitates evacuados podrán regresar a sus casas. De momento asimilan el desastre en albergues como éste. Las primeras gotas de lluvia y un frente polar parecen ayudar para combatir las llamas, pero según los bomberos, el incendio podría estar activo durante meses.