Desplome bursátil y pánico bancario en China
Ante la tendencia negativa en las bolsas de Shangai y Shenzhen, ayer 1.400 empresas chinas, la mitad de las que cotizan en los dos principales parqués del país, suspendieron voluntariamente la cotización. 400 más se vieron obligadas a ello, por sobrepasar el máximo de pérdidas permitidas en sólo minutos. Pekín reaccionó ordenando a la policía actuar contra los especuladores bajistas y la venta a corto, la apuesta de algunos inversores para vender acciones antes de que se desplomen y recomprarlas después a un precio bajo. Una operación de alto riesgo que, si funciona, genera beneficios a muy corto plazo y que en España quedó prohibida al inicio de la crisis. Otro movimiento del Gobierno chino fue la compra masiva de acciones. Un breve alivio, sólo posible en una economía intervenida, pero que ayer consiguió que Shangai cerrara con una subida del 5,8% y Shenzhen con una del 3,8. China se había marcado un crecimiento del 7% pero su economía se desacelera. El tiempo dirá si estamos ante un costipado o el estallido final de la burbuja económica del dragón asiático. -Redacción-