Cuenta atrás para el ultimátum norcoreano

La tensión entre las dos Coreas alcanza su punto más alto de los últimos quince años. Este viernes el líder del norte, Kim Jong-un, ha lanzado un últimatum a sus vecinos del sur para que cesen de emitir mensajes propagandísticos en la frontera que separa a ambos países. De lo contrario, el gobierno de Pyonyang asegura dará la orden de ataque iniciando una “guerra total”. “Todo lo que dicen las marionetas surcoreanas es una sarta de mentiras y fabricaciones”, decía el general norcoreano Kim Yong Chol a propósito de la propaganda emitida por Corea del Sur. “Su objeitivo es acabar con la ideología y el sistema que nuestra gente ha elegido y que nuestros soldados defienden con sus vidas. Sólo quieren acabar con nostros”. El jueves, ambos ejércitos intercambiaron fuego de artillería durante más de quince minutos después de que el regimen norcoreano lanzara una batería de morteros sobre la zona desmilitarizada. El gobierno surcoreano respondió con la misma contundencia y ha puesto en alerta a sus tropas contra un posible nuevo ataque. “El ejército debe mantenerse listo para reaccionar con celeridad a futuras provocaciones”, subrayaba la presidenta surcoreana, Park Geun-Hye. “Y si la situación lo requiere, necesito que actuemos primero e informemos después”. Entre tanto, la población civil aguarda con intranquilidad el desarrollo de los acontecimientos. El ultimatum norcoreano expira este sábado a medio día, hora central europea.