Cae una red dedicada a la falsificación de obras de arte

Picasso, Miró, Equipo Crónica... Seríamos la envidia de cualquier coleccionista, muchas galerías y más de algún museo. Pero todas estas obras son falsas. 180 mil euros pedían por este Tapies por el que habían pagado al falsificador menos de 100 euros. Los únicos ejemplares verdaderos, pinturas sacras procedentes de robos, que es lo que, uno en Denia el año pasado, originó la investigación. "Y se detecta que también no sólo venden obra robada, sino también obra falsa", nos cuenta Alberto Gómez, inspector del Grupo de Robos de la Policía Nacional en Valencia, donde se asentaba esta red. En total, 10 detenidos, la organización al completo, desde 6 falsificadores, los que menos se llevaban del pastel, unos 30 ó 40 euros por obra, hasta los intermediarios. "Causa un daño tremendo sobre todo al prestigio, a la reputación, a la valoración de la obra del autor. Y, evidentemente, si se paga lo que realmente se cotiza por una obra de un autor, se está siendo víctima de una estafa", explica Antonio Tenorio, inspector jefe de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional. De hecho, estos delitos, según el Código Penal, sólo se pueden perseguir por eso: por estafa o por propiedad intelectual. "Hay falsificación de moneda, falsificación de documentos, de tarjetas de crédito... Falsificación de todo, menos de obras de arte, curiosamente", se lamenta el inspector Tenorio. Y más cuando se falsifica hasta la documentación que acompaña a los cuadros. "Llegaron, en el caso de Manolo Valdés, a intentar hablar con él para que les certificara una de sus obras", nos explica el inspector Gómez. Lo que da muestra de la gran calidad de las copias dentro de un mercado, el de obras robadas y falsificadas, con gran implantación y que ha crecido exponencialmente desde la llegada de Internet. Tanto es así que la Brigada de Patrimonio Histórico, 30 años de trabajado y medalla de oro de Bellas Artes, recibe prácticamente una denuncia al día.