Brasil espera dividida y expectante el proceso de destitución de su presidenta
La acampada favorable a Dilma Rousseff y la contraria a la Presidenta. El rojo para sus defensores, el amarillo para sus detractores. Eso sí, banderas nacionales y, por supuesto, mucho color; aunque Brasil tiene poco que celebrar. La crisis económica y la corrupción han derrumbado la popularidad de Rousseff, aunque todavía hay quienes creen en sus logros. Pros y antigobierno se concentrarán en la misma explanada y un enédito despliegue policia para evitar enfrentamientos. Helicópteros, vallas de separación y un perímetro acordonado... El futuro de Rousseff pende de un hilo y con ella el destino de Brasil.