Telefónica: en su centenario necesita de un electroshock para durar otros 100 años

In This Article:

Telefónica: en su centenario necesita de un electroshock para durar otros 100 años
Telefónica: en su centenario necesita de un electroshock para durar otros 100 años

Esto lo expliqué en otro artículo, cuando Álvarez-Pallete se hizo con la presidencia los motores (que generaban ingresos y flujos de caja) estaban parados, la deuda pisaba a Telefónica y mantenerse en el mercado exigía re-invertir cantidades tan elevadas de sus flujos de caja que no podían afrontar los pagos a sus deudores.

Esta situación cambió en muchos aspectos, y la empresa ya tiene las constantes vitales mucho más saludables. Pero este centenario está siendo complejo desde una perspectiva estratégica:

1.- Saudi Telecom, que pertenece a STC Group, es la mayor operadora de telecomunicaciones de Arabia Saudí, controlada por la familia real, invirtió 2.100 M€ por hacerse con el 9,9% del capital de Telefónica. Esto es lo máximo permitido por la legislación actual para “brindar” la posibilidad de que una empresa nacional, considerada como estratégica, sea controlada por capital extranjero.

En este caso, es el capital de una familia de un régimen autoritario donde los derechos humanos y la libertad saltan por los aires. Pero con un valor en bolsa de Telefónica a precio de “ganga”, 21.200 M€, fue fácil invertir y convertirse en un accionista crítico —¿dónde quedó esa compañía que pasó 4 años, entre 2006 y 2010, con un valor por encima de los 100.000 M€? —. Además, ahí no se acaban los planes de STC, que anda intentando posicionarse fuerte en Europa comprando más empresas. La competencia acecha.

2.- Ante esto, el Gobierno de España, a través de la SEPI, respondió tomando una participación en Telefónica. Aspira también a tener el 10%. Empezó por un paquete del 3% de las acciones y pidiendo un puesto en el Consejo de Administración. Y la idea, aunque no parece que se diga tan abiertamente, es contrarrestar el poder árabe.

El problema de todo esto es como cuando juegas a fútbol, te quedas mirando para el balón y, mientras, llega el rival, te la quita y te mete un gol. Centrarse en mirar al balón —que si los árabes, que si el gobierno, que si Criteria— está impidiendo centrarse en lo importante, nos puede meter gol el rival. Porque la situación actual es que el peso de los gobiernos y el choque de trenes de capital público en una empresa que lleva privatizada desde 1997... no es una imagen muy ilusionante ante inversores internacionales.

3.- Porque mientras miras el balón, llegan noticias como que la fusión entre MásMóvil y Orange ya está bendecida por la Comisión Europea; y cada vez más operadores se hacen más grandes y el sector está en un proceso de concentración que parece que sólo acaba de empezar.

Y sólo la fusión entre MásMóvil y Orange ya es un competidor muy serio para Telefónica. Así lo explicaba el periódico Expansión: la nueva empresa, MásOrange, «reúne 7,33 millones de líneas de fibra óptica (frente a 6 millones de Telefónica) y 30,2 millones de líneas móviles (frente a 20,1 millones de Movistar)» ...