¿Te quejas de la falta de imparcialidad periodística en tu país? Espera a ver cómo cubre sus elecciones la prensa amarilla británica
No es el mejor momento para ejercer como periodista. A la crisis creciente del sector, se le une la cada vez peor imagen que tiene la opinión pública de la profesión, a la que se le acusa con vehemencia de pérdida de calidad, de independencia y de una marcada imparcialidad política.
No es algo nuevo, pero parece que va a peor. No en vano, un estudio refleja cómo el 48% de los periodistas creen que el amarillismo es la principal causa de esta crisis pero, ¿realmente estamos tan mal? Lo cierto es que no hace falta irse muy lejos para ver las cosas con perspectiva y darnos cuenta de que se puede caer mucho más bajo. Concretamente, con emigrar a Gran Bretaña y empaparse de su prensa amarilla es más que suficiente.
Mira esta imagen. Miércoles 7 de junio. Un día antes de las elecciones. “Vota a May o nos enfrentamos a un desastre”. No es un panfleto propio de una campaña política; es la portada del Daily Express que te “urge a votar a los Conservadores”.
Echa un vistazo a esta otra. Jueves 8 de junio, portada del diario The Sun. : “No arrojes a Gran Bretaña a la Cor – basura” (Entiéndase el juego de palabras).
No es lo más fuerte. Eso está en la parte izquierda, que se utiliza a modo de epígrafe para describir a Jeremy Corbyn, candidato laborista a las elecciones:
“Amigo de los terroristas” / “Inútil con el Brexit” / “Destructor de empleos” / “Enemigo de los negocios” / “Subidas masivas de impuestos” / “Marioneta de los sindicatos” / “Malgastador ruinoso” / “Puertas abiertas a los inmigrantes” / “Marxista extremista”
Casi nada
Vamos con la tercera, también del 8 de junio. Portada del Daily Mirror. “Mentiras, malditas mentiras y Theresa May: no condenes a Gran Bretaña a 5 años más de promesas rotas de los Tories (miembros del partido conservador)”.
Ya la última, en opinión de un servidor, la más maquiavélica. “Cómo votar tácticamente para ayudar a los Tories y conseguir un Brexit duro”.
Lo que ves a continuación es una guía concienzuda en las páginas interiores del Daily Mail que muestra en qué lugares hay que votar qué para conseguir la victoria de May, a saber: dónde los votantes del UKIP (partido euroescéptico comandado hasta hace meses por Farage) deberían migrar su voto a los conservadores, dónde los laboristas decepcionados deberían cambiar su voto y dónde los pro tories deberían votar a los partidos minoritarios porque, como no tienen nada que hacer, es mejor dinamitar al enemigo. Propio de Churchill mirando un mapa durante la Segunda Guerra Mundial.
¿Te imaginas este análisis en El Mundo? ¿Te imaginas una portada contra Pablo Iglesias de esta índole diseñada por Marhuenda? ¿Un ataque similar al de May en la portada de El País el día de unas elecciones generales?
Este el nivel periodístico. Y no son cabeceras minoritarias. Según datos estadísticos de NRS, The Sun es leído mensualmente por 10.1 millones personas, Daily Mail por 9.8 millones, Daily Mirror por 5.7 millones y el Daily Express por 2.7 millones. Es decir, su poder de influencia es enorme en un país donde la crisis del papel todavía no ha llegado.
COSTUMBRE YA ARRAIGADA
No creas que estos mensajes absolutamente parciales son la excepción. Los que vivimos en Reino Unido la campaña electoral del referéndum del Brexit hemos sido conscientes de los titulares tan explícitos transmitidos por diferentes cabeceras durante semanas pidiendo el voto para salirse de Europa. Viendo los resultados, resulta difícil negar su influencia.
Daily Express: “Debemos salirnos de la Unión Europea” // The Sun: “Cree en Gran Bretaña” (juego de palabras con leave – irse)
El problema no es tanto ese, sino los mensajes contra la inmigración que fueron impregnados tras esta posición durante la campaña, en muchos casos incitando más al odio que el propio Donald Trump, pero esto es algo que viene de mucho más atrás. Dos ejemplos previos del Daily Mail.
“4.000 delincuentes y violadores extranjeros que no podemos expulsar” / “Inmigración: qué lío – UK, El Dorado para los inmigrantes”.
Claro, que la hipocresía se vende muy barata cuando la realidad no quiere estropearte un buen titular. Otro ejemplo, dos portadas enfrentadas del Daily Mail, un mensaje muy distinto:
“Un enjambre (inmigratorio) en nuestras calles” vs “Una pequeña víctima de una catástrofe humana”
Pues no estamos tan mal.