Nunca hagas esto si quieres ser feliz en tu trabajo
Hacer algo que te gusta y recibir una buena remuneración por ello podría parecer lo único importante para estar feliz en tu trabajo. Sin embargo, hay ciertas cosas que pueden generarte ansiedad y estrés, volver tóxico tu clima laboral e incluso darte resultados negativos en lo que tan bueno eres haciendo.
Cuando se trata de trabajar en equipo o de compartir oficina con muchas personas, puede resultar tan desafiante como lidiar con un jefe neurótico o con clientes demasiado exigentes. Si además te sientes subvalorado y no te pagan lo suficiente por lo que produces, pero tampoco sabes cómo cambiarlo, aquí te compartimos algunos consejos de MediaFeed que te ayudarán a sentirte feliz en el lugar en el que pasas una considerable parte de tu día. Tal vez te identifiques con algunos de ellos.
Deja de decir que sí a todo
Decir que sí a cada propuesta o tarea puede parecer la mejor manera de hacerse valer en el trabajo, pero en realidad se convierte en una demoledora que termina arrojándote a un hoyo de estrés y afecta seriamente tu productividad y tu creatividad. Por el bien de tu vida laboral y de tu salud mental, aprende a decir que no y no seas el primero en saltar cuando se propone alguna tarea, concéntrate en hacer bien lo que tienes y en ser realista con tus habilidades y tus tiempos.
Seguir diciendo que sí a todo puede también ser la razón por la que no logras ese ascenso que deseas, a los líderes les gustan los trabajadores que puedan desafiarlos, que propongan cosas diferentes y no que acepten todo sin chistar.
Aléjate de los chismes
Los chismes de oficina pueden parecer inofensivos y hasta entretenidos, pero son una bola de nieve que va rodando y creciendo y que cuando menos te lo esperes te puede estampar en la cara. Involucrarse en esto puede dañar tu desarrollo profesional y hacerte perder el foco de lo que realmente es importante.
Igualmente aprende a ignorar los chismes que pueda haber sobre ti y elige demostrar tus cualidades y tu valía con hechos, a menos que sientas que estás siendo acosado o intimidado, eso no lo permitas bajo ningún concepto e informa de inmediato a tus superiores.
Deja de sentir celos por tus compañeros de trabajo
Darle demasiada cabida a los celos por un compañero que hizo el trabajo mejor que tu o que consiguió el aumento que querías solo te va a retrasar de lograr tus propios objetivos. Alégrate por los demás y concéntrate en hacer bien tu trabajo, esa es la única fórmula segura para ser exitoso en tu profesión y lograr el reconocimiento que mereces. Deja también de compararte con los demás y explota esas cualidades que te hacen único.
Detén la autocrítica dañina
Es bueno reconocer nuestras debilidades para poder mejorarlas, aceptarlas o trabajar con ellas, según sea el caso; pero convertir tu día a día en un escrutinio constante de todo lo que haces mal es una práctica muy autodestructiva, que solo fomentará tu inseguridad y no va a permitir que confíes en ti mismo. Comparte tus ideas y expresa tus opiniones, no te cierres puertas tú mismo por pensar que no eres capaz.
Deja de sufrir el síndrome del impostor
El llamado síndrome del impostor pasa factura a más personas de las que imaginas. Ocurre cuando piensas que lo que has logrado se debe a pura suerte y no a tus capacidades. Para sentirte más feliz en tu trabajo aprende a identificar esto y enfócate en superarlo. Para eso funciona muy bien reconocerte a ti mismo tu esfuerzo y la dedicación que le pones a lo que haces. Algunos expertos recomiendan también practicar más la gratitud y limitar la cantidad de tiempo que pasas en las redes sociales.
Deja de permitir que otros se atribuyan el mérito de tu trabajo
Si es importante ponerle freno a los chismes y aprender a decir que no, lo es también recibir el crédito que mereces por tu esfuerzo. Si tu jefe o algún compañero se quiere atribuir tu mérito y dejarte fuera no lo permitas, háblalo y, si es necesario, comunícaselo a tu supervisor. Asegúrate de que no te vean como un blanco fácil para esto.
Permitir que otros se lleven el mérito de tu trabajo no solo te hará sentir triste y frustrado, sino que te puede dificultar promociones y oportunidades laborales.