Yahoo Finanzas Los productos en los que más nos la intentan colar en rebajas
Jaime Quirós – Hace apenas unos años esperábamos ansiosos las dos temporadas de rebajas: enero y julio. La imagen del 7 de enero de una muchedumbre deseosa de saciar sus ansias consumistas entrando a toda velocidad al centro comercial según abrían sus puertas, era tan típica como el turrón y los polvorones. Pero con la liberalización de los periodos oficiales en 2012 esta imagen se está perdiendo. Ahora tenemos rebajas casi todos los días del año. Toda excusa es buena para anunciar que hay productos a un precio más bajo: el Black Friday, la vuelta al cole, el inicio de la primavera, el Cyber Monday o cualquier otra fecha que podamos marcar en el calendario como “diferente” sirven para ello.
El problema viene cuando se detecta que algunas bajadas de precio no son reales. Se infla previamente el coste de los productos para simular ese ‘descuento’ justo después como una rebaja. Según Facua, en el último periodo oficial de rebajas de enero, el 88% de los consumidores detectaron falsos descuentos.
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Con este dato sobre la mesa, desde idealo.es han analizado cuáles son los productos más afectados. La palma se la llevan los smartphones, cuyo precio llega a aumentar hasta en un 17% antes de las rebajas, para volver al importe original y presumir así de mayores “descuentos”. Las mochilas, con subidas del 15%, son los productos con los que también se trata de hacer “el truco”. Videojuegos, zapatillas de running y tabletas completan el top 5. Curiosamente, la mayoría de los productos con “altibajos sospechosos” están relacionados con la tecnología, uno de los sectores con más demanda. Como siempre, el mayor perjudicado acaba siendo el cliente, que ve como intentan engañarlo. Aunque no siempre lo consiguen.
Trucos de todos los colores: como poner lo rebajado al final de la tienda; hacer pequeños descuentos que casi ni compensen; sacar una “nueva temporada de verano” a la vez que empieza el verano y las tradicionales rebajas de julio; evitar cifras redondas o machacarte con anuncios por la megafonía. Hay muchas técnicas, más o menos legítimas y relativamente aceptables. Pero desde luego la estratagema de subir los precios para luego bajarlos roza la ilegalidad.
Hay otro damnificado: el pequeño comercio. En estos establecimientos no pueden seguir el ritmo de rebajas constante que llevan los grandes almacenes. No obtendrían rentabilidad. Incluso así, es reseñable que cada vez más pequeñas tiendas se suman a citas especiales de rebajas para intentar no quedarse atrás.
No podemos saber si estos acontecimientos son la causa de la bajada de las ventas, pero en las rebajas del pasado invierno las ventas cayeron un 5%. Por este motivo, por el aumento del comercio online, por el engaño al que se ve sometido el consumidor y por los perjuicios soportados por los pequeños comerciantes, desde la Confederación Española de Comercio piden la vuelta a la regularización de los periodos de rebajas.
Como diría una famosa marca, el consumidor no es tonto. Es el primero que se da cuenta que le están intentando engañar. Los comercios pierden credibilidad y lo único que consiguen es crearse mala imagen y el descenso de las ventas. Seguiremos yendo de rebajas, por supuesto, porque somos así. Nos gusta comprar más barato y pagar menos por las cosas. Pero lo haremos cada vez más atentos y con mucho cuidado con las ofertas que nos proponen. Y si tratan de engañarnos, pondremos la cruz a ese comercio y evitaremos comprarles en el futuro. Qué se enteren que no somos tontos.
Laotracaradelamoneda
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