Las transacciones realizadas en eBay y Wallapop deberán aparecer en la declaración de la renta

Cuando pensamos en economía sumergida, es habitual pensar en un constructor llevándose bolsas de basura llenas de billetes de 500 euros a su casa. Pero este término también se podría aplicar a situaciones mucho menos exageradas y que todos hemos aceptado como corrientes. Como las transacciones de productos de segunda mano que se producen vía Internet

Para hacer aflorar esa bolsa de dinero y sacar algo de tajada, la Agencia Tributaria ha advertido que en la declaración de la renta de este año se deberán reflejar los ingresos obtenidos en la venta de artículos en páginas como Wallapop o eBay, según revela La Información. Eso para los vendedores. Los compradores estarán sujetos al impuesto de transmisiones patrimoniales.

Con esta medida, Hacienda busca luchar contra el fraude, sobre todo en el campo de las ganancias patrimoniales. Al ser productos de segunda mano y venderse por un precio inferior al del mercado, se deberá declarar una pérdida patrimonial. Pero si el producto se vende por un precio superior al del mercado -por ejemplo, cuando se trata de una rareza o una edición limitada- se debe declarar el beneficio obtenido, que estará sujeto a la retención correspondiente.

 El problema está en que muy pocas personas guardan los tickets de los productos y son menos todavía los que los incluyen en este tipo de comercio. En ese caso, la Agencia Tributaria permite a los contribuyentes utilizar como prueba de compra un pantallazo de la página web o de la aplicación que se usó para demostrar que hubo compra-venta.

Además, cada artículo comprado o vendido por estas plataformas también estará sujeto a excepciones particulares si es que las hubiera. Por ejemplo, si se vende un coche de segunda mano por un precio inferior al de mercado, no se deben pagar tasas.

Wallapop y eBay no son los únicos servicios online sobre los que Montoro ha puesto sus ojos. El pasado mes de noviembre su ministerio anunció que iba a investigar los alquileres vacacionales realizados a través de Airbnb, para descubrir a usuarios que no hayan declarado correctamente sus ingresos por el alquiler de sus viviendas.