La banalización del Bella Ciao toca techo en España
La periodista, Pilar Rahola, y decenas de personas afines al independentismo catalán se despertaron una mañana y descubrieron al invasor. “Oh compañero, quiero ir contigo porque me siento aquí morir”, cantaron en italiano. “Y si muero como ‘catalano’, y si muero como ‘catalano’, entonces me deberás enterrar. Ésta es la flor del ‘catalano’, ésta es la flor del ‘catalano’ que murió por la libertad”.
Rahola cantando hoy el Bella Ciao por Puigdemont resume perfectamente en lo que ha quedado el proces: el ridículo más absoluto.
pic.twitter.com/3i7nDw34OC— Javier de Erausquin (@JavierErausquin) September 24, 2021
Saltaron, rieron y disfrutaron al unísono de esta canción popular que resaltó su identidad. Se trata de parte de la letra de ‘Bella Ciao’ y gozaron de su brillante y pegadizo estribillo; también cambiaron un detalle en su oda al victimismo y a su concepto de justicia: la palabra partisano por ‘catalano’. Se embriagaron del romanticismo del himno popular, lo banalizaron otra vez, se sintieron miembros de la resistencia, como aquella que logró viralizar esta canción antes de la existencia de cualquier red social, cuyos versos se extendieron desde Italia a la Europa de la Segunda Guerra Mundial que luchó contra el fascismo y cuyas líneas fueron traducidas a varios idiomas. Aquella mañana, Rahola, la resistente de pluma y plató, se sintió partisana, o catalana, que para ella debe de ser lo mismo, y disparó con el fusil de su aliento contra el fascismo, o contra el Poder Judicial de España, que según su criterio, deben ser hermanos gemelos.
No es la primera vez que el independentismo catalán entona el ‘Bella Ciao’, sobre todo desde la sentencia del procés. El himno ha sonado durante manifestaciones varias y se volvió a repetir cuando Carles Puigdemont fue detenido recientemente y puesto en libertad posteriormente.
Dos días después de los cantos de Rahola, los jueces de MasterChef Celebrity decidieron dedicarle el tema a Antonia Dell’Atte tras su aparición como invitada en el programa.
En serio se han cantado a coro el Bella Ciao???
Saben lo es q esa canción???— virginiapadilla (@virginiapadill1) September 27, 2021
Los jueces de MasterChef cantando el Bella Ciao a Antonia Dellate. Si los Partisanos levantaran la cabeza se volvían corriendo a la tumba
— Mister Caffeina 🐢 (@mister_caffeina) September 27, 2021
Desde que se popularizó en la serie ‘La casa de papel’ en 2017, esta canción popular sin autoría que fue el himno de la resistencia italiana contra el fascismo de Benito Mussolini y las tropas nazis ha sonado muchísimo en España. También en Italia, sobre todo por parte de la izquierda durante el ascenso político de la extrema derecha de Matteo Salvini. o en abril de 2020, durante la celebración del Día de la Liberación contra los nazis. Las críticas han sido numerosas en el uso que se le está dando a la canción en España desde que se puso de moda hace unos años. Ahora llueve sobre mojado.
Los últimos ejemplos son una muestra del olvido paulatino que se produce con la historia contemporánea. O del pasotismo imperante, porque a estas alturas, a los guionistas o los jueces de MasterChef Celebrity -de quien haya sido la idea- les debería haber chirriado un poco al menos el que se entonaran esos versos a Dell’Atte. Es como si en la versión italiana del programa despidieran a una invitada española al canto de la copla ‘Puente de los franceses’ . Así, por la cara, por ser madrileña. “De las bombas se ríen, mamita mía, los madrileños”, ahí, abandonando el plató en pleno siglo XXI. Es como salido de un guión de Paolo Sorrentino. ¿O es que Dell’Atte tiene algo que ver con la lucha antifascista? ¿Es acaso ella el reflejo de los personajes del director y guionista italiano, que se convierten en metáforas más que en personas?
La melancolía es quizás la explicación del uso independentista de ‘Bella Ciao’. Una melancolía que, como a Sorrentino, también les acerca a la autocompasión. Con la que alteran la historia a través del canto popular italiano de la resistencia, con la que ponen su lucha al mismo nivel que la de los partisanos, y donde son capaces de comparar su supuesta sangre derramada con la de los resistentes al fascismo. Vulgarizar el sufrimiento, trivializar vidas perdidas por ideales. Qué fácil es salir a la calle en Barcelona y hacer gárgaras entonando “ésta es la flor del catalano que murió por la libertad”, en un ambiente jocoso, con una sonrisa de oreja a oreja antes de tomar un vermut y unas bravas.
Por lo visto en los últimos cuatro años, no hay freno en la banalización de ‘Bella Ciao’. Del simbolismo de una serie de ficción, a la melancolía desquiciada, pasando por el absurdo coro en pleno prime time… vaya desarrollo. Si los partisanos levantaran la cabeza.