Anuncio
Mercados españoles cerrados
  • IBEX 35

    11.154,60
    +170,90 (+1,56%)
     
  • Euro Stoxx 50

    5.006,85
    +67,84 (+1,37%)
     
  • Dólar/Euro

    1,0699
    -0,0034 (-0,32%)
     
  • Petróleo Brent

    89,36
    +0,35 (+0,39%)
     
  • Oro

    2.349,60
    +7,10 (+0,30%)
     
  • Bitcoin EUR

    58.526,53
    -1.731,07 (-2,87%)
     
  • CMC Crypto 200

    1.306,89
    -89,64 (-6,42%)
     
  • DAX

    18.161,01
    +243,73 (+1,36%)
     
  • FTSE 100

    8.139,83
    +60,97 (+0,75%)
     
  • S&P 500

    5.099,96
    +51,54 (+1,02%)
     
  • Dow Jones

    38.239,66
    +153,86 (+0,40%)
     
  • Nasdaq

    15.927,90
    +316,14 (+2,03%)
     
  • Petróleo WTI

    83,66
    +0,09 (+0,11%)
     
  • EUR/GBP

    0,8558
    -0,0015 (-0,18%)
     
  • Plata

    27,23
    -0,13 (-0,47%)
     
  • NIKKEI 225

    37.934,76
    +306,28 (+0,81%)
     

Europa, el gigante ignorado en el nuevo tablero mundial

Jaime Quirós – Vivimos en el futuro. Estamos rodeados de cacharros hipermodernos que nos interconectan con el mundo. Nuestra vida es más fácil gracias a todos estos avances. Nos facilitan comunicarnos, aprender, ahorrar en burocracia, curarnos de enfermedades o incluso, y por desgracia, aprovecharnos unos de otros, con novedosas técnicas de hackeo.

Pero uno de los grandes problemas es que toda esa tecnología que usamos en Europa suele ser china o americana. Importamos, pero no producimos. O lo que es lo mismo, pagamos por usar sistemas modernos y sofisticados hechos por otros. El sector de las TIC representa alrededor del 3,33% del PIB norteamericano, el 2,16% de China y apenas un 1,66% de Europa en su conjunto, según datos equiparables de la Comisión Europea y McKinsey. Este es un indicador de cómo Europa está quedándose atrás con respecto a los gigantes de América y Asia.

[También de interés ‘La energía solar y eólica ya es más competitiva que el petróleo en el Golfo Pérsico’]

Un usuario interactúa a través de un dispositivo de videochat. REUTERS/Stephen Lam
Un usuario interactúa a través de un dispositivo de videochat. REUTERS/Stephen Lam

Históricamente Europa ha sido la gran potencia que confrontaba con Estados Unidos. Las grandes decisiones políticas y económicas, y las grandes confrontaciones, alianzas o pactos llevaban a los dos gigantes como actores principales. Todo ello con permiso de Japón, el tercero en discordia, que siempre se ha mantenido un poco al margen.

ANUNCIO

Pero poco a poco, casi sin darnos cuenta, el viejo continente va quedando relegado por el que puede ser en pocos años el ‘nuevo’ rey del mundo: China. Los puntos fuertes de este país son que su economía tiene desde hace tiempo uno de los crecimientos anuales más grandes del mundo. Es también el país más poblado del planeta y el tercero más grande en superficie. Tiene las fuerzas armadas más importante del mundo, al menos en cuanto a número de integrantes, y dispone de armas nucleares. Además, China es uno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, lo que refuerza su influencia diplomática en el mundo.

Todo esto ha hecho que adelante a Europa como un cohete. El mundo ha dejado de mirar al Viejo Continente para fijar la vista en el país asiático. Tanto que da la sensación de que se ignora a Europa y no se la tiene en cuenta en la toma de decisiones.

Hechos como las recientes guerras comerciales entre Estados Unidos y China demuestran la pérdida de importancia de nuestro continente. Mientras ellos se pelean, Europa mira impasible y silenciosa el devenir de las consecuencias. El debate en los medios de comunicación ya no es sobre si Estados Unidos pone aranceles al jamón serrano español, el vino francés o el calzado italiano. La noticia es el conflicto entre Huawei y Google. El foco mediático huye fuera de nuestras fronteras. Puro simbolismo de que Europa no pinta nada.

El individualismo triunfa y la situación política en cada país particular de Europa no ayuda. Los británicos debaten para dejar la Unión Europea, el presidente de Italia propone seguir en mismo camino que los sajones, Alemania va a lo suyo... y la ola de popularidad de partidos con ideologías euroescépticas tampoco ayuda. En vez de unirnos, cada vez estamos más separados y eso hace que la fuerza se divida entre 28.

Convendría hacer un poco de autocrítica porque la situación europea es consecuencia de muchos años de hacer mal las cosas e irnos quedando atrás poco a poco. O nos ponemos las pilas o en poco la voz de Europa en asuntos internacionales será apenas un susurro.

Laotracaradelamoneda

IDNet Noticias