Yahoo Finanzas Elon Musk: ego, poder e influencia para ser Personaje del Año 2021
Cuando Elon Musk mueve un dedo, gran parte del mundo se moviliza. El último ejemplo se vivió esta semana, cuando un tuit suyo provocó que la cotización de la criptomoneda dogecoin subiera un 20 por ciento. Fue anunciar que aceptará pagos de esta moneda virtual para adquirir algunos productos de Tesla e irse esta divisa por las nubes. Reincidente en su estrategia de influir sobre estos activos, Musk hace y deshace su relato bajo la constante sospecha que recae contra los pesos pesados de Silicon Valley: ¿Qué sacan a cambio de controlar a la masa social de nuestro tiempo?
Tesla will make some merch buyable with Doge & see how it goes
— Elon Musk (@elonmusk) December 14, 2021
Los precedentes son varios y quizás uno de los más notorios y recientes se vivió cuando Musk también jugó con bitcóin. De nuevo a través de Twitter, el magnate de la innovación -y de la especulación- publicó en marzo a sus 66,5 millones de seguidores que se podían comprar coches de Telsa usando la criptomoneda. Después del impacto en la divisa, éste retrocedió en mayo y anunció que ya no aceptaría dicha forma de pago para sus vehículos eléctricos debido al elevado consumo energético de los mineros de bitcóin. Entre sus dos mensajes se produjeron fluctuaciones al alza y luego a la baja (-15 por ciento) que podrían haberle generado beneficios millonarios a Musk. En mayo, volvió a influir en la moneda tras comentar que si el uso energético era menor, bitcóin sería aceptada de nuevo. Para rizar el rizo y dar argumentos a los que desconfían de sus intenciones, antes de este baile de tuits, Musk ya había dejado claro que era -y es- inversor de esta divisa virtual cuyo valor fluctúa con sus palabras.
Tesla & Bitcoin pic.twitter.com/YSswJmVZhP
— Elon Musk (@elonmusk) May 12, 2021
Tan admirado por sus proyectos empresariales como estigmatizado por situaciones como la de su poder en la manipulación del mercado de las criptomonedas, la revista Time ha decidido nombrar a Elon Musk Persona del Año 2021. Aunque cueste creerlo, no siempre es un honor aparecer en la portada de una de las publicaciones más prestigiosas como personaje del año, pero el nivel de exposición suele ser bien recibido por los grandes egos. Los requisitos que Time establece son claros: se elegirá a aquella persona que, para bien o para mal, ha sido la que más ha influido en los acontecimientos del año. Adolf Hitler, Joseph Stalin o Richard Nixon comparten este reconocimiento con Martin Luther King, David Ho o aquellos que lucharon contra el ébola en África occidental en 2014. Probablemente todos se sintieron orgullosos de estar en ella.
La portada de Musk es en clave positiva ya que Time lo ha reconocido por ser “una persona con una extraordinaria influencia en la vida en la Tierra y, potencialmente, fuera de la Tierra también”. Con influencia en nuestro planeta podría referirse a su peso en el mundo de la especulación virtual, pero no, se refiere a todo lo que Tesla significa para el medio ambiente y Space X para la exploración del Universo, ambos proyectos son motivo de aplauso, según Time.
Quedan pocas dudas sobre la contribución de Musk a la innovación, sin embargo uno de los primeros argumentos que esgrime Time es que el premio se lo han dado a “una de las personas más ricas del mundo”. Poner en valor el dinero del Personaje del Año no ha sido de buen gusto después de que en 2021 se haya producido un fuerte incremento de la pobreza mundial. Según el Banco Mundial, unos 97 millones de personas más viven con menos de 1,90 dólares al día a causa de la pandemia, lo que aumenta la tasa de pobreza mundial del 7,8 por ciento al 9,1 por ciento. Además, 163 millones más viven con menos de 5,50 dólares al día. El que Time haya otorgado un reconocimiento como éste, en clave positiva, a un multimillonario que ha donado 100 millones de dólares a los que más lo necesitan -su fortuna está valorada en 300 mil millones de dólares- habla mucho de en qué punto están los valores de la publicación y de la sociedad.
Da la sensación que Time ha perdido una gran oportunidad para valorar con este reconocimiento a otras personas y gremios. Los sanitarios, los investigadores, aquellos que han estado trabajando en primera línea de Covid para salvar las vidas de los demás, personalidades que ponen sus valores por encima de la libertad como la ganadora del Premio Nobel de la Paz en 1991, Aung San Suu Kyi, expresidenta de Myanmar (antigua Birmania) detenida tras un golpe de estado, o Frances Haugen, portada el mes pasado de Time pero cuya valentía para destapar a Facebook no ha valido para personaje del año. Son solamente algunos ejemplos, de candidatos que podrían haber ocupado la portada de una manera más inspiradora que Musk, genio innegable con intenciones discutibles.
Algunos lo llaman pragmatismo y otros no entienden cómo es posible que el magnate haya puesto en duda el valor de grandes contribuciones mil millonarios como él como él para el bienestar de la humanidad, ha puesto en entredicho el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, ha realizado una encuesta a sus seguidores donde ha preguntado si debía pagar impuestos o no -quizás movido por el sentimiento de creer que ha llenado el cupo de contribución a la sociedad-, ha criticado las medidas anti covid durante los momentos más difíciles de la pandemia, ha cuestionado las vacunas y, por defecto, a los investigadores para después cambiar de opinión y acabar recibiendo la inoculación.
Time lo ha elegido por su influencia dentro y fuera de la Tierra, aunque también ha optado por una persona centrada en sí misma, con contradicciones como las de vender al mundo que Tesla y Space X son un bien para el medio ambiente -argumento discutible- o representar un modelo basado en el poder y en la influencia para beneficio personal que podría haber sido evitado. Sobre todo mientras vivimos en uno de los momentos de necesidad global más notorios de la historia moderna.
