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El último plan arancelario de Trump disparará el precio de los coches

BMW puede ser una de las marcas afectadas por los planes arancelarios del presidente de EEUU. REUTERS/Kim Kyung-Hoon
BMW puede ser una de las marcas afectadas por los planes arancelarios del presidente de EEUU. REUTERS/Kim Kyung-Hoon

El presidente Trump piensa que imponer un nuevo arancel sobre los coches importados impulsará la producción automotriz estadounidense y creará miles de empleos.

Es el único que lo piensa. Mientras la administración Trump prepara un informe sobre la importación de coches que podría convertirse en el pretexto para imponer nuevos aranceles, los economistas y directivos de la industria advierten sobre el posible aumento del costo de los automóviles para los compradores, la caída de las ventas y una pérdida neta de empleos. El presidente estadounidense dijo recientemente que si los socios comerciales no están de acuerdo con sus demandas, “impondrá un impuesto a los coches que entren a Estados Unidos, y esta vez será un golpe contundente”. Sin embargo, es probable que cometa un gran error.

La idea de Trump es imponer un arancel del 20 % a los coches importados para estimular la producción automotriz nacional. Las importaciones serían más caras, por lo que los consumidores, en teoría, comprarían más modelos nacionales y así los fabricantes de automóviles se animarían a producir directamente en Estados Unidos para evitar los aranceles.

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En realidad, lo más probable es que tan pronto como los aranceles entren en vigor, los precios se disparen. Los estadounidenses compran cada año unos 8 millones de coches importados, por lo que imponer un arancel del 20 % sumaría unos 5 000 dólares al costo de un coche valorado en 25 000 dólares. Quizá los fabricantes no trasladen todo el gravamen a los consumidores, pero aún así el costo de la importación aumentaría en más de 4 000 dólares como media, según la Unión Nacional de Contribuyentes.

De repente, muchos de los modelos más populares se encarecerían. He aquí algunos ejemplos, una comparación entre el precio actual y el incremento aplicando un arancel del 20 %:

Fuente: Departamento de Transporte, sitios web de fabricantes de coches.
Fuente: Departamento de Transporte, sitios web de fabricantes de coches.

Al mismo tiempo, los coches fabricados en Estados Unidos tendrían un precio más competitivo. Sin embargo, es probable que a la larga esos importes también suban ya que la competencia tendría precios más caros. La Unión Nacional de Contribuyentes estima que el valor de un automóvil de fabricación estadounidense aumentaría 1 262 dólares. Obviamente, al incrementar los precios los estadounidenses comprarían menos coches.

Aranceles sobre las piezas de los automóviles

Este análisis se basa únicamente en el lugar dónde se ensambla el coche. Sin embargo, Trump podría ir un paso más allá e imponer impuestos a los coches en función de la cantidad de piezas estadounidenses que contenga el vehículo. Se trataría de una fórmula más compleja para aplicar un arancel prácticamente a todos los vehículos que se venden en Estados Unidos ya que casi todos los coches incluyen algunas piezas extranjeras.

Por ejemplo, la camioneta Ford (F) F-150 es uno de los vehículos más “estadounidenses” que existen en el mercado, pero solo el 65 % de sus piezas se fabrican en Estados Unidos y Canadá. Vale destacar que los fabricantes están obligados a indicar el contenido combinado de piezas de producción estadounidense y canadiense, pero no deben desglosar cada país. De modo que Trump podría aplicar un arancel de importación del 20 % sobre el 35 % del valor de un F-150. Lo mínimo que puede costar un F-150 son 27 705 dólares, lo que representaría un impuesto añadido de 1 939 dólares. Según el informe sobre procedencia que los fabricantes de coches deben presentar ante el gobierno, pocos modelos tienen más del 70 % de piezas estadounidense/canadiense y ninguno supera el 80 %.

El plan de Trump consiste en impulsar el trabajo manufacturero en los Estados Unidos. Sin embargo, varios estudios muestran que los aranceles sobre las importaciones de coches conseguirían el efecto contrario. ¿Por qué? Porque el aumento de los precios reduciría las ventas de automóviles y los fabricantes tendrían que reducir la producción. El Instituto Peterson para la Economía Internacional (PIIE, por sus siglas en inglés) estima que los aranceles a los coches eliminarían unos 195 000 empleos en la industria automotriz. Si otros países decidieran tomar represalias y aplicar aranceles similares, un escenario bastante probable, esa pérdida de empleos ascendería a 624 000 puestos de trabajo. El análisis del PIIE se basa en un arancel del 25 % sobre los coches y piezas importadas, aunque Trump ha dicho que está considerando un arancel ligeramente inferior, del 20 %.

El Jeep Grand Cherokee de 2015 expuesto en un concesionario de coches en Nueva Jersey, el 24 de julio de 2015. REUTERS/Eduardo Muñoz/Fotos de archivo.
El Jeep Grand Cherokee de 2015 expuesto en un concesionario de coches en Nueva Jersey, el 24 de julio de 2015. REUTERS/Eduardo Muñoz/Fotos de archivo.

General Motors (GM), el mayor fabricante de automóviles nacional, dijo en una reciente declaración reglamentaria que los aranceles sobre las importaciones no ayudarán sino que perjudicarán a la empresa y a la industria en general. “Las sanciones en las que podríamos incurrir debido a los aranceles y el aumento de los costos podrían desencadenar consecuencias negativas para nuestra empresa y la seguridad económica de los Estados Unidos”, dijo el fabricante de coches. GM agregó que “los vehículos a los que más les afectará el aumento de los precios debido a los aranceles, que podría llegar a representar miles de dólares, suelen ser los que compran clientes que no pueden permitirse un vehículo más caro”.

Los precios de los vehículos de segunda mano también subirían ya que la oferta de coches en el mercado de segunda mano disminuiría, lo cual aumentaría los precios. Por sí solos, los aranceles sobre las importaciones de coches probablemente no provocarán una recesión, pero pueden debilitar a una industria clave y reducir los ingresos, lo cual dejaría la economía en una posición más vulnerable.

¿Trump va en serio? ¿Realmente dañará a la industria automotriz para salvarla? Nadie lo sabe, pero el presidente no bromeaba cuando impuso los aranceles a las importaciones sobre el acero y el aluminio a inicios de año ni tampoco con las que entrarán en vigor sobre las importaciones de China por valor de 50 000 millones de dólares. Tampoco ha cambiado de opinión ante una posible caída del mercado bursátil como consecuencia de la preocupación de los inversores respecto a una guerra comercial. Así que si estás pensando en comprarte un coche nuevo, no dejes escapar esta oportunidad.

Video: El impacto de los aranceles en el automóvil (en inglés)