El Santander también cobrará a los no clientes por el uso de cajeros

MADRID (Reuters) - El mayor banco español, Santander, seguirá los pasos de BBVA y Caixabank, sus inmediatos perseguidores, y cobrará una comisión a quienes no sean sus clientes por utilizar sus cajeros, una medida que se ha encontrado con el rechazo frontal de las asociaciones de consumidores.

"Vamos a pasar a cobrar dos euros al no cliente que retira dinero de nuestros cajeros y la idea es hacerlo en el cuarto trimestre", dijo el consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez, en una rueda de prensa, que además señaló que se trata de una decisión tomada y que no iba a dar marcha atrás.

BBVA se sumará próximamente a la medida aplicada desde marzo por Caixabank, cobrando también dos euros por la retirada de efectivo a los no clientes.

Debido a que el banco titular de la tarjeta puede cobrar una comisión adicional de entre 0,65 y 1,50 euros a su cliente por el uso de cajeros ajenos, la extracción de efectivo puede superar en algunos casos los 3 euros, según la asociación de consumidores FACUA.

Esta situación ha despertado críticas ya que, argumenta FACUA, que ha anunciado la presentación de una denuncia ante el banco central español, se trata del pago de dos comisiones por el mismo servicio.

"FACUA critica la pasividad del Banco de España y le exige que ejerza su labor de regulador y sancionador y tome medidas para garantizar que los usuarios no paguen dos comisiones por el mismo servicio", dijo en una nota de prensa.

Por su parte, la asociación de usuarios de banca ADICAE llamó a una "reacción masiva de los consumidores frente al abuso en cajeros", inició una recogida de firmas para presentar una denuncia colectiva ante el Banco de España y acusó al supervisor bancario de "mirar hacia otro lado".

La semana pasada, FACUA reclamó multas por este motivo e instó a los usuarios a reclamar la devolución de lo pagado.

"FACUA recuerda que aunque las cuantías de las comisiones bancarias son libres, deben responder a servicios efectivamente prestados y en este caso se está cobrando dos veces por el mismo servicio, lo que supone una ilegalidad", dijo este jueves.

El directivo de Santander argumentó que no se trataba de una doble imposición ya que en su opinión había dos costes distintos (el del emisor de la tarjeta y el del banco que pone el cajero).

Además, Santander defendió la medida señalando que se trataba de trasladar los gastos que supondrán la mejora que va a emprender en su red de 5.000 cajeros.

"Aquí lo que hay es una realidad y es una inversión en los cajeros, vamos a hacer un 'upgrade' en los cajeros, esto es caro, tanto en la instalación como en el mantenimiento, y tiene sentido que los costes se transmitan, particularmente a los no clientes, los clientes que operan con nosotros operan como siempre sin pagar por los cajeros", dijo Álvarez.

Según ADICAE, entre CaixaBank, BBVA y Santander copan más del 44 por ciento de todos los cajeros del país.