Yahoo Finanzas El mayor mito de las tarjetas contactless es falso
Poco a poco, las tarjetas contactless van entrando en nuestra vida. Los principales bancos españoles utilizan esta tecnología para sus nuevas tarjetas de crédito y de débito. Y las principales tiendas (y las más pequeñas también) disponen de datáfonos compatibles. Su funcionamiento es casi mágico: en vez de pasar su banda magnética o su chip por un lector, tan solo hace falta colocarlas sobre una superficie e inmediatamente son reconocidas. Pero este sistema tan cómodo y tan efectivo también provoca recelos. ¿Nos podrán robar a distancia sin que nos demos cuenta?
Ese es el gran mito que rodea a este tipo de tarjetas. Que un ladrón se acerque sigiloso con un aparato, se ponga detrás de nosotros en el metro o en el autobús y nos haga un cargo astronómico sin darnos cuenta. Muchos son los que tienen este miedo con las tarjetas contactless. Pero es totalmente infundado.
Detrás de las tarjetas contacless está la tecnología NFC, presente también en algunos dispositivos como teléfonos inteligentes. La tecnología NFC, del inglés Near Field Communication, permite la interacción entre dos dispositivos electrónicos que estén cerca. En teoría, su rango de separación debe ser de no más de 10 centímetros. Pero en la práctica, esta distancia es de tan solo 4 centímetros o menos. es decir, el ladrón tendría que estar literalmente pegado a nuestra tarjeta para ejecutar el robo.
Además, las tarjetas y los aparatos utilizan una comunicación encriptada, lo que impide que alguien con un receptor pueda clonar su funcionamiento. Y por si fuera poco, los bancos han introducido una medida de seguridad extra: si un pago es superior a 20 euros, el propietario de la tarjeta tiene que teclear su número PIN. ¿Y qué pasa si se hacen infinitos pagos de 20 euros? Pues que no se puede: los bancos también limitan el número de pagos inferiores a 20 euros que se pueden hacer de forma consecutiva: solo se pueden hacer 3 como mucho o el equivalente a 50 euros. Al cuarto o si se sobrepasa esa cifra, el PIN se solicitará al siguiente pago.
Pero tal y como se informa en este completo artículo, un ladrón sí que podría clonar una tarjeta contactless a distancia… pero solo en un laboratorio, en condiciones ideales sin interferencias, y con un equipo formado por una gigantesca antena y un ordenador portátil. Además, el dueño de la tarjeta debe quedarse completamente inmóvil para que el ladrón pueda hacer bien su trabajo. Es decir, es casi imposible que lo consiga.
