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El fin de la barra libre monetaria, un reto para la recuperación

Por Howard Schneider

Ahora que los dos bancos centrales más grandes del mundo están retirando los apoyos económicos puestos para combatir múltiples crisis, la hasta ahora sólida recuperación mundial enfrenta un nuevo desafío a medida que los crecientes tipos de interés comienzan a dejarse notar.

Para los consumidores estadounidenses, los tipos hipotecarias ya han subido lo suficiente en los últimos meses para compensar el efectivo extra con que cuenta la familia promedio por los recientes recortes de impuestos, lo que podría lastrar el gasto del consumidor que continúa impulsando la recuperación de EEUU. Los tipos de las tarjetas de crédito y los préstamos para automóviles también están aumentando.

A nivel mundial, los mercados emergentes que acumularon deuda en una era de dinero barato se enfrentan ahora a un punto de inflexión, a medida que el capital global -que se había visto atraído por los mayores rendimientos- busca destinos más lucrativos.

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El Banco Central Europeo dijo el jueves que reduciría su prolongado programa de compra de activos en septiembre y lo cerraría en diciembre, un día después de que la Reserva Federal de EEUU aprobara su séptimo aumento del coste del endeudamiento desde 2015 y anticipara planes para que aumenten los tipos de manera gradual. La Fed también está reduciendo su cartera de bonos, en la que tiene 4 billones de dólares, ejerciendo más presión sobre los tipos de interés.

Aunque el BCE se ha comprometido a no aumentar su tipos de interés de referencia durante más de un año, el cambio global en las estrategias de los bancos centrales comienza a tener impacto.

El aumento de aproximadamente 0,65 puntos porcentuales en la tasa de una hipoteca a 30 años desde el verano pasado significa un aumento de 95 dólares en la cuota mensual de un préstamo de 250.000, casi tanto como los fondos adicionales que disfruta la familia típica después del recorte de impuestos.

Las aperturas de hipotecas cayeron un 3 por ciento durante el inicio de 2018 en términos interanuales, mientras que las solicitudes de refinanciamiento de hipotecas fueron las más bajas en una década.

Las ventas de vehículos nuevos han caído de manera continuada desde septiembre, desde 18,9 millones de automóviles y camiones hasta 17,3 millones en mayo. El crédito total al consumidor en abril también creció en la menor cuantía desde el otoño pasado, con una expansión de 9.200 millones en comparación con un promedio de más de 14.000 millones por mes en los últimos cinco años.

Después de mantener los tipos bajos e inundar los mercados con billones de dólares en compras de activos, "ahora lo que tenemos es un endurecimiento y una retirada (de estímulos) de los bancos centrales forma coordinada", dijo Robin Brooks, director general y economista jefe del Instituto de Finanzas Internacionales.

"El gran peligro viene cuando, en ausencia de (alivio cuantitativo) como amortiguador, los rendimientos a largo plazo pueden ser mucho más altos de manera más rápida. Hay mucha incertidumbre sobre lo que harán los costes de financiación a largo plazo", añadió.

La inestabilidad política en Italia y el reciente y rápido repunte de los tipos de interés han servido de recordatorio de los problemas que podría enfrentar la zona del euro si se endurecen las condiciones financieras, dijo Brooks, mientras que los crecientes niveles de deuda en países como Brasil y Turquía traen a la memoria los traumas de los mercados emergentes en los noventa

El presidente del BCE, Mario Draghi, y el presidente de la Fed, Jerome Powell, se esforzaron por señalar esta semana que la política monetaria sigue apoyando el gasto y la inversión. En conjunto, las condiciones financieras siguen siendo flexibles, de acuerdo con barómetros como el Índice de Condiciones Financieras de la Fed de Chicago.

Sin embargo, Powell señaló que se acerca el día en que ya no será el caso. En un periodo de aproximadamente un año, dada la perspectiva dibujada por los políticos de la Reserva Federal el miércoles, el tipo a corto plazo de la Fed llegará a nivel "neutral", es decir, que ni alienta ni desalienta las decisiones económicas.

"Sabemos que eso viene, no creemos que esté aquí todavía, pero... sin duda vendrá", dijo Powell.

Si añadimos a la receta las próximas acciones del BCE, el año 2019 podría el momento en que la política de los bancos centrales cierren del todo el grifo del dinero fácil, después de años en los que los incrementos de la Fed tuvieron poco impacto.

Los tipos podrían estar acercándose a un punto en que comiencen a socavar el crecimiento durante el próximo año a medida que los hogares y las empresas recortan el gasto, según un análisis reciente de analistas de Capital Economics.

En los últimos ciclos de aumento de tipos de los bancos centrales, "el aumento de los tipos reales eventualmente llevó a una caída en el gasto más sensible a los tipos, incluidos los bienes duraderos, la inversión en vivienda y los inventarios... Es probable que esta vez no sea diferente".

"¿Qué considerará la Fed que es 'demasiado lejos' (un nivel demasiado alto de tipos?). No tienen esa precisión", sobre todo en un momento en que la mayoría de los economistas coinciden en que han bajado variables clave como el tipo de interés neutral, dijo Tara Sinclair, economista en la web de empleo Indeed.com.

Teniendo en cuenta el flojo crecimiento salarial, el mayor coste de los préstamos para los consumidores y la subida de la inflación significan que la política de la Fed "está a punto de morder", dijo.