Enfrentarse a bots para comprar regalos de Navidad: esto es lo que nos espera los próximos días
Se acercan las Navidades y las sociedades europeas y estadounidenses se van a tener que enfrentar a un problema añadido al de la pandemia de coronavirus: la dificultad para comprar los regalos típicos de estas fiestas, especialmente si esos productos son limitados.
Bien conocida por todos es la escasez de chips, que está ahogando las cadenas de suministros internacionales y que pone en peligro la llegada a los mercados de vehículos, productos tecnológicos o electrodomésticos. Sus consecuencias ya se hacen notar y están limitando las opciones para los consumidores.
Sin embargo, la situación previsiblemente será peor porque habrá que luchar contra un ejército de millones de bots para poder adquirir los artículos más demandados de las compras navideñas, tal y como revela Bloomberg.
El uso de estas herramientas ha crecido durante la pandemia del coronavirus y cada vez más gente "intentará saltar la línea y aprovechar la automatización para conseguir cualquier cosa que tenga un inventario limitado". Son las palabras de Patrick Sullivan, de Akamai Tecchnologies, una de las principales empresas que lucha contra estas prácticas.
Los bots son programas de software que se dedican a escanear las páginas web en busca del momento exacto en el que un producto se pone a la venta y lo compran automáticamente, mucho más rápido que cualquier ser humano. Al ejecutar esta rutina muchas veces por segundo, pueden adquirir un artículo cientos de veces, provocando que se agote rápidamente.
Los minoristas suelen tener problemas con un tráfico web que supere las 60.000 solicitudes de página por segundo y las campañas de bots coordinadas suelen ser capaces de alcanzar y superar estas cifras fácilmente. En los últimos años, se han visto numerosos ejemplos en entradas para conciertos, zapatillas deportivas o bolsos.
Pero la llegada de la covid-19 y las dificultades de las cadenas de suministro han hecho que los sectores se amplíen: desde reservas para vacunarse a consolas, pasando por cualquier cosa imaginable.
Y el problema es que ante una situación de millones de personas comprando al mismo tiempo, que es una de las características de la Navidad con la llegada de Papá Noel y los Reyes Magos, probablemente los bots tengan un papel más predominante.
De momento la experiencia no es halagüeña. En el mes de octubre en la India, se produjeron numerosas compras por la festividad de Diwali y durante dos semanas la actividad de estas herramientas aumentó más del 55% en comparación con los 15 días anteriores. Una realidad que hace que los expertos no sean muy optimistas, ya que creen que se repetirá tanto en Estados Unidos como en Europa al calor de las adquisiciones navideñas.
La principal consecuencia de que los bots sean los que adquieren los productos es que se crea un lucrativo mercado de reventa al que los consumidores recurren tras no haber podido comprar los artículos previamente. Bloomberg señala en este sentido que las etiquetas de precios que incorporan las marcas son irrelevantes porque es la oferta y la demanda la que termina fijando cuánto vale algo.
Los ejemplos son numerosos. Uno de ellos es el de unas zapatillas deportivas que costaban 250 dólares cuando salieron a la venta y que apenas unas horas después solo se podían conseguir por 600 en páginas webs de reventas. Únicamente en calzado deportivo en Norteamérica se estima que los bots son capaces de mover 2.000 millones de dólares. Y lo peor de todo es que el potencial de crecimiento es enorme, con las reventas acaparando el mercado.
Ya en el pasado, una empresa como Ticketmaster, una de las principales compañías de organización de conciertos, comprobó que los bots eran capaces de absorber el 60% de las entradas de los eventos más populares. La solución por la que han optado muchas de las grandes empresas es recurrir a Akamai y otras plataformas que les permitan evitar que estas herramientas capitalicen el stock de un producto, sin embargo, los bots continúan su avance imparable.
Con la pandemia, mostraron su capacidad de adaptación para conseguir mascarillas y desinfectantes cuando había escasez. Cada avance suele tener la respuesta de las empresas de seguridad, pero la batalla ya está perdida. El propio Sullivan señala que ya ha pasado el momento en el que los bots se pueden eliminar completamente porque están metidos de lleno en los mercados minoristas.
De hecho, argumenta que si una nueva empresa creara un sitio web, solo pasarían unas pocas horas antes de que llegaran estas herramientas. La conclusión de cara a las Navidades es que comprar determinados productos puede convertirse en una misión o casi imposible o bastante cara.
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