Yahoo Finanzas Con solo 26 años rechazó una oferta de 100 millones de dólares... y fue lo mejor que pudo hacer
Siu Rui Quek tenía 26 años de edad cuando asistió a la reunión más importante de su vida. En ella, él y sus colaboradores valoraron una oferta de 100 millones de dólares por su pequeña empresa fundada apenas un año y medio antes. A pesar de lo suculenta cifra, este joven de Singapur dijo no. Y fue la mejor decisión que tomó.
Cuatro años después de esta negativa, Carousell es una empresa valorada en 500 millones de dólares que opera en 7 mercados, entre los que se encuentran Hong Kong, Australia y Singapur. Se trata de una especie de Wallapop: en ella los usuarios pueden vender cualquiera de sus propiedades, desde un viejo móvil hasta un coche.
Y parece que el plan de expansión de esta app es imparable. Hace tan solo unas semanas consiguió en una ronda de financiación 85 millones de dólares. Siu Rui quiere gastar ese dinero en expandirse a mercados como Indonesia, Filipinas y Taiwán.
Siu Rui Quek y sus socios, Lucas Gnoo y Marcus Tan se conocieron en la Universidad Nacional de Singaur. Lo que les unió es lo que finalmente les ha hecho ricos: se hicieron amigos porque los tres se dedicaban a comprar aparatos electrónicos para luego revenderlos por Internet. Como eran buenos estudiantes, consiguieron una beca para viajar a Silicon Valley y asistir a numerosos seminarios sobre emprendimiento que les convencieron para crear Carousell.
A la vuelta a su país natal, los tres fundaron su startup a la que bautizaron como homenaje a Kodak Carousell, la tecnología de la compañía fotográfica que se aparecía en uno de los episodios más emocionantes de la serie Mad Men.
Pero su éxito no solo se basó en la idea, ni tampoco en el nombre: el punto fuerte de Carousell es su sencillo diseño, que permite a los usuarios más jóvenes dominarla en segundos. En sus 6 años de vida, la app acumula un histórico de más de 144 millones de artículos a la venta.
Además, cuenta con pequeños guiños para sus usuarios como frases de moda para mostrar interés por un determinado producto. Por ejemplo, si Carousell funcionara en España seguro que una de las opciones sería ‘Claro que sí, guapi’. Carousell incluso cuenta con su propio sistema de pago para que sus usuarios ni siquiera tengan que salir de la app para pagar.
Y por si esto fuera poco, han dotado de inteligencia la app para que reconozca lo que aparezca en una foto que suban los usuarios. Por ejemplo, si quieren vender unas zapatillas, solo tienen que hacer la foto y subirla a la app. Automáticamente, el software reconocerá el objeto y muchas veces, hasta el modelo y el precio por el que se podrían vender.
Y aunque el precio de Carousell no para de subir, sus creadores no quieren vender. “Solo hemos hecho el 1% de todo lo que queremos”, asegura s creador en declaraciones recogidas por Bloomberg. Tiembla, eBay.
