Yahoo Finanzas Campeones mundiales del internismo político: recrudecen los tironeos en una dirigencia aislada de la realidad
Como suele suceder, la pasión de multitudes da lugar a canciones. Entre las muchas que se escuchan, hay una (su autor es Númana) que le puso letra y acordes a las ganas de festejar. Su estribillo reza: "a pesar de las finales que a un paso quedaron, tiramos para un mismo lado" Desconocemos la suerte del tema y si se convertirá en hit, pero su espíritu refleja el de todos los cantitos de la hinchada: unidad y confianza en la victoria.
La política argentina está muy lejos de ese estado futbolero colectivo. El internismo está a full y más vigente que nunca. Abrazos no correspondidos, amenazas, insultos, directas e indirectas están a la orden del día. Si hace solo unos meses, la brecha superior al 100 % entre el dólar oficial y los alternativos asustó a todos; ahora, la inflación anual de tres dígitos no parece surtir el mismo efecto en la dirigencia.
La diferencia, probablemente, estribe en que el calendario electoral se achica y hay que empezar a marcar la cancha. No la del partido de once contra once, sino la del match de todos contra todos.
Las internas recrudecen en oficialismo y oposición
En el Frente de Todos hace rato que están precalentando y por eso llama menos la atención. De todos modos, dispuestos a superarse respecto de marcas anteriores, Máximo Kirchner aprovechó un acto en Mar del Plata para calificar al presidente de aventurero, Aníbal Fernández tomó el micrófono para declarar a los medios que en el albertismo no hay boludos, la senadora bonaerense para replicar que Alberto no tiene estatura moral para responderle al líder de "La Cámpora" que no es peronista y otros dirigentes para manifestar que el 2023 es para CFK candidata para que vuelva la alegría que se da por ausente bajo el actual Gobierno.
El otro equipo argentino que pasa a la final de la "Internas World Cup" no se quedó atrás. En la presentación del libro de Mauricio Macri, escapando del abrazo del Jefe de Gabinete de la ciudad, Felipe Miguel, Patricia Bullrich le soltó en la cara una promesa creíble: "No me cruces más por la tele porque la próxima te rompo la cara". El exabrupto coloquial llama menos la atención que su viralización.
El ámbito en el que ocurrió estaba poblado exclusivamente de gente de Juntos por el Cambio, por lo cual es de suponer que la cámara indiscreta del celular que capturó la escena fue de alguien del propio espacio. Y no se la vio incomoda a la ex ministra con la divulgación, por el contrario, salió entusiasmada a redoblar la apuesta para seguir estilizando su perfil de "dama de hierro" local.
La interna de Juntos por el Cambio, plena de tensiones.
Con el propósito supuesto de aquietar las aguas el ex presidente Macri convocó a una reunión para "desarrollar un mecanismo de coordinación para bajar las tensiones" con designación de mediadores y todo, aunque no son pocos los que sospechan de la vocación conciliadora de Mauricio y ven en su actitud una forma de pararse en la interna para obtener su provecho. Por supuesto que solo elegimos algunas de las muchas muestras que en ambos lados de la grieta se esfuerzan por ofrecer para probar que la grieta bien entendida empieza por casa.
Una Argentina sin liderazgos y sin reglas
¿Primera conclusión? La Argentina carece de liderazgos y de reglas de juego básico para canalizar la competencia por carriles más amables.
La segunda es que la política refleja en su fragmentación las enormes fisuras que surcan a la economía y el tejido social del país. La política está tan rota como la economía y el entramado social.
Y la tercera conclusión es que la ajenidad de la clase política a la raquítica condición de las reservas en el BCRA señala un aislamiento peligroso de la realidad. Desde que concluyó la liquidación del dólar soja (aprovechando los exportadores la cotización especial ofrecida por Massa en setiembre a $200) se pasó a semanas de ventas significativas de la autoridad monetaria a $160 por unidad. El persistente drenaje no se detiene ni con el nuevo sistema de autorización de importaciones y tampoco con la proliferación de tipos de cambio.
La naturaleza tampoco contribuye, ya que la falta de lluvias redujo en un tercio las estimaciones de la cosecha de trigo y ralentiza peligrosamente la siembra del maíz y la del "yuyo". Al calor del verano hay que sumarle un enero de pagos de deuda en divisas a acreedores externos por más de u$s2.000 millones y una montaña de pesos de obligaciones del Tesoro y la autoridad monetaria que se renuevan mes a mes a una tasa de interés que impregna de realismo al concepto de "bola de nieve".
Pero a no desesperar. Aunque los indicadores presionen sobre el mercado de cambios y consoliden un régimen de alta inflación con peligros de desborde, el campeonato mundial de internas tiene dos equipos argentinos en la final. Una garantía de que nadie nos arrebatará el trofeo.
