Yahoo Finanzas Antes del iPhone enloquecimos todos con Palm (y yo incluso llegué a ganar dinero con ella)
Los dispositivos PDA de la marca eran lo más parecido a llevar una computadora en la palma de tu mano a principios de los 2000
No había Facebook, no había WhatsApp y nos conectábamos a Internet por ADSL (en el mejor de los casos). Por aquella época, el móvil más codiciado era el Nokia, en cualquiera de sus formas y colores, pero algunos locos queríamos sacar más provecho de nuestros bolsillos y encontramos en Palm un alivio a nuestras inquietudes.
En aquella primera década del nuevo milenio, la marca Palm era conocida por sus dispositivos PDA (Asistentes Personales Digitales). Estos dispositivos eran populares debido a su capacidad para gestionar contactos, calendarios y tareas, y algunos modelos también incluían funciones de navegación web y correo electrónico. Palm había sido pionera en la industria de PDA desde la década de 1990 y continuaba siendo una opción destacada para aquellos que buscaban una organización y productividad mejoradas en un dispositivo portátil.
En lo personal y gracias a esta marca, mi vida dio un giro inesperado y me convirtió en blogger (y posteriormente, en escritor). Javi Pastor me animó a compartir esta historia tras comentarla, de pasada, en Twitter. ¿Cómo fue este viaje?
“Fue una buena época en donde con pocos recursos tecnológicos hacíamos maravillas”, me confiesa Ricardo Hernández, fundador de uno de los blogs más importantes del mundo: PDAMéxico (ahora, evolucionada a PasiónMóvil). ¿Estoy yendo muy rápido? Esta es la historia de una pasión en torno a una tecnología emergente y que concluyó en una amistad que ha resistido el paso de los años. En aquella época la información viajaba fundamentalmente a través de blogs y foros, o tal vez en el orden inverso.
Nos conocíamos por nuestros nick de usuario (yo era Amstel, Ricardo era Scoutbuck, Félix Alavedra era Águila, Fernando era Dacor, Rubén era Rosta…), y este “top gun” de la tecnología vivía una realidad muy diferente a la actual: en la época, los usuarios contaban con la última información, antes incluso —aunque no te lo creas— que las propias marcas.
palManiac, o cuando empecé a vivir de un blog
Como he apuntado antes, en la época no había apenas información sobre las Palm (ni siquiera en Estados Unidos), y había que buscarse la vida para obtenerla. Imagina lo que supone tener una Palm en tus manos (y ser un bicho raro) y no saber qué hacer si se te quedaba congelada. “Eran unos cacharros totalmente desconocidos para ciudadano de a pie”, explica Christian, otro de los pioneros en este mundo, “sacar la Palm del bolsillo servía para recibir multitud de miradas curiosas y las preguntas de algún que otro atrevido”.
Y era exactamente así. Nos movíamos por foros y pronto se gestó una comunidad. En realidad, el mérito hay que otorgárselo a José Julio Ruiz (el mítico ‘JJ’ en el mundo top-gun de los ‘palmeros’): fue el creador de PiensaenPalm, la primera gran comunidad sobre Palm en España y de la que, posteriormente, surgimos el resto de blogs en este país. Yo fui un usuario bastante activo de sus foros, pero en un punto, no me conformé con leer y comentar: necesitaba compartir.
Fue una mañana, un día cualquiera —creo que era en el año 2007—, cuando registré el dominio palManiac.com. Sí, en aquella época era muy sencillo registrar dominios porque éramos pocos los usuarios activos en la red y menos los que emprendían. Recuerdo que empleé la plataforma Blogger de Google para el arranque y, claro, el comienzo fue muy esperanzador. Era tal el hambre de noticias que no tardé en crear una comunidad de lectores.
Las marcas, con necesidad de anunciarse
Tuve claro que quería una filosofía de blog muy dinámica: nada de post trabajados, sino un “aquí te pillo, aquí te mato”, algo que saciara, de alguna manera, esa necesidad constante de información que teníamos los usuarios de las Palm. Pronto se corrió la voz por ese mercado de nicho y el foro comenzó a crecer, al tiempo que los comentarios. Personalmente, estaba 'encendido' y con los motores a tope. ¿Qué puede ser más bonito que adentrarse uno solo en un segmento sobre algo que te apasiona?
Siempre he pensado que de lo que más te puedes arrepentir en la vida es de no haberlo intentado, así que, ni corto ni perezoso, contacté con fabricantes de accesorios, un boyante mercado en torno a las PDA que crecía de forma exponencial. Creé un email tipo que fue enviado a los principales del sector y, para mi sorpresa, el primer anunciante no tardó en llegar. Colgar un primer banner ayudó a que la competencia se animara y no tardé en descubrir que los anunciantes se movían mucho por el coste de oportunidad: “si no pongo mi banner y está el rival, pierdo peso”. Jugué esta baza junto con otro argumento de peso: en palManiac habría un número limitado de anunciantes.
Esta técnica me sirvió para aumentar el precio unitario de venta del espacio y así, comenzar a facturar una cifra considerable cuando completé la portada. Sin entrar en cifras, daré una pista: facturaba ya más con los banners que la nómina que percibía en un puesto de responsabilidad en una empresa. Todo iba viento en popa y me lancé a competir con los grandes, creando palmInsider completamente en inglés, un sitio en el que hasta llegué a contratar a un lector de Estados Unidos para que dirigiera y gestionara un podcast.
Fuimos ‘héroes’, y nos hemos quedado sin capa
Los que vivimos aquel momento estuvimos en la cresta de la ola. Las comparaciones son horrorosas, pero imagina un famosísimo youtuber y ahora sitúanos a su lado: las realidades eran comparables en términos de notoriedad (considerando el escaso alcance que tenía internet en aquella época).
“Fuimos pioneros y estábamos en lo más alto: ahora somos unos ‘don nadie’ en un mundo dominado por YouTube o Instagram ¿Cómo lo llevas?” - Disparo a bocajarro donde más duele.
“Hasta antes de recibir tus preguntas nadie se había preocupado de hacer una crónica de aquellos días en los que había que ser un verdadero guerrero móvil para poder hacer “cosas” que ahora hasta los niños pequeños pueden hacer”, responde con nostalgia Ricardo. No es el único. Sergio Garrido resalta lo diferente del momento: “Actualmente sigo disfrutando de la tecnología al máximo, pero de una forma totalmente diferente”, menciona en referencia a la invasión del tiempo personal de las redes sociales que vive la generación actual.
Sergio, Christian, Héctor Labeaga… y Félix Alavedra, que desde México nos concedía el privilegio de arrancar el podcast semanal (sí, también teníamos un entretenido podcast entre los componentes que ahora los nostálgicos nos lo recuerdan). “Fue una tristeza ver cómo fue muriendo y quedándose atrás con respecto a sus competidores”, me confiesa Félix y comparto su opinión: Palm no debió tener ese final tan triste. Una marca que lo fue todo en su momento y acabó siendo arrollada, cómo no, por el iPhone.
Palm permitía hacer prácticamente todo desde el bolsillo y conviene recordar que nos situamos en los años 2005 aproximadamente. Me lo recuerda el bueno de Ricardo, desde el Yucatán en México: “recuerdo que grabando la voz con Treo, y sin edición alguna, los domingos por la noche subíamos un Podcast, que para mí, lo interesante no era mi voz, sino lo que se grababa”. Creo que esa frase define muy bien lo que se vivía en ese momento: pasión inmediata y no edulcorada.
Palm desapareció de una forma muy cruel y con guiños hacia lo que podía haber sido un futuro más brillante (la Palm Pre y el prototipo Foleo, llegaron demasiado pronto y en un momento desesperado). Se va la marca, y la misma ola arrastra a los blogs, mis criaturas. Vuelve la ola al mar y ahí están, las amistades y la fortuna de haber podido compartir con ellas un momento único que ya no volverá.
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